Un franciscano de Lugo, junto a la auxiliar de enfermería
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Teresa Romero visita el santuario de O Cebreiro, en pleno Camino de Santiago

Bastón en mano, la auxiliar de enfermería caminó hasta el templo lucense, donde se encontró con un fraile

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Teresa Romero ha elegido Galicia para recuperarse tras vencer al virus del ébola. La auxilar de enfermería se lo ha tomado en serio y no se ha limitado a visitar a su madre en Becerreá y degustar la sabrosa gastronomía gallega. La sanitaria, que cada vez tiene más fuerzas, ha decidido desplazarse hasta O Cebreiro, una de las entradas naturales del Camino de Santiago, y visitar el Santuario, donde vive una comunidad de franciscanos.

La primera contagiada por ébola de Europa posó con uno de los frailes en la puerta en el convento. Teresa se ayudó de un bastón, como todos los peregrinos, y según confesó el hermano franciscano «lucía un inmejorable aspecto». Juntos han dado gracias por su pronta recuperación y aprovecharon para intercambiar impresiones sobre estos días de descanso y desconexión en tierras gallegas.

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