Dos años del 21-O: La oposición sume a Galicia en un caos y el PP no ve alternativa de gobierno

Hace justo dos años, Alberto Núñez Feijóo revalidaba mandato al frente de la Xunta. La fecha no ha pasado desapercibida para los grupos de la oposición, que han cargado contra las políticas desarrolladas por el Gobierno gallego porque no palian «la caída brutal de la actividad económica», ha explicado este martes el portavoz parlamentario socialista, José Luis Méndez Romeu.

También AGE y BNG se han sumado a los reproches. Preguntada en rueda de prensa tras la junta de Portavoces, la colíder de AGE, Yolanda Díaz, ha levantado la voz contra un «quinquenio perdido y maldito». «Feijóo nos deja un país mucho más pobre, más pequeño y con una situación dramática en términos de insolvencia y de deuda», ha reprobado.

Para los nacionalistas, «todos los indicadores indican que Galicia va mal en todos los aspectos», según ha destacado el portavoz parlamentario del BNG, Francisco Jorquera.

Pero frente a esta visión catastrofista de una oposición que sume a la Comunidad gallega en el caos económico y social, el PP ha reivindicado la gestión del presidente de la Xunta, pues hace dos años se «revalidó una fórmula de hacer política» que ahora queda explicitada en los presupuestos del próximo año.

Reunión Feijóo-Besteiro

«Hay muchas críticas destructivas, pero no hay alternativa» de gobierno, ha zanjado el portavoz parlamentario popular, Pedro Puy. Preguntado por si cree conveniente, tal y como apuntó Feijóo el viernes, un nuevo encuentro entre éste y el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, el popular ha aplaudido esta posibilidad porque «es bueno que hablen los líderes más significativos». De hecho, ha limitado la reunión a estos dos dirigentes para después, y en función de los posibles acuerdos que se logren, trasladar el diálogo a las demás formaciones.

Por su parte, Romeu ha afirmado que Besteiro «comparecerá siempre que lo llame el presidente» y ha apremiado a alcanzar algún acuerdo para «atender las demandas de la calle». Mientras tanto, AGE pide ampliar este diálogo a «todos los agentes sociales» y el BNG se queja por no ser uno de los interlocutores principales.