Comienza el curso

Y casi sin darnos cuenta septiembre. Atrás queda ya el cálido verano, demasiado estático en lo político para el momento en el que estamos. Que algunos de nuestros nuevos gobernantes recién nombrados hayan disfrutado de unas largas vacaciones llama la atención. Pensé que tras 20 años a la espera había más ansia de gobierno. Comienza el curso con fecha ya «marcada» en el calendario: 20 de diciembre, elecciones generales; se lo dijo ayer Rajoy a Herrera en Cope. Marcará el futuro de España en los próximos cuatro años y el de la Comunidad a más corto plazo. La coalición Podemos-Compromís (o al revés) tendrá una influencia directa en el devenir del Consell. Situación incómoda para el presidente Puig si Oltra y los suyos mejoran los resultados del PSPV.

Mientras, y a la espera del 20D, y con apenas dos meses de vida, el gobierno bi-tripartito anuncia demasiado pronto sus primeros síntomas de desgaste, escenificados en la no reapertura de RTVV como muestra más relevante de que no hay unión. Cuenten que antes de dos años, el ente autonómico seguirá ivernado, todo lo demás es fuego de artificio que a alguno ha estado a punto de explotarle en las manos. Mientras tanto, Antonio Montiel, sin pestañear se ha apuntado el primer gran tanto de la legislatura. Los nuevos gobiernos siempre piden 100 días de gracia a la oposición: el tripartito no se los ha concedido a sí mismo.

Y en éstas tenemos al PPCV rearmándose a estas alturas para la gran batalla. La que ya ha comenzado y en la que todavía no se ha metido de lleno. Pelea en la que se siente incómodo tras veinte años de rodillo. Bonig tiene ante si el gran reto, madera para afrontarlo con éxito tiene, pero rodearse bien será clave en esta empresa, ¿Lo conseguirá?