Imagen de una de las últimas apariciones públicas de Carlos Fabra antes de ingresar en prisión
Imagen de una de las últimas apariciones públicas de Carlos Fabra antes de ingresar en prisión - ABC
POLÍTICA

Carlos Fabra ya tiene escritas sus memorias desde la «Celda 114»

El expresidente de la Diputación de Castellón prepara su desembarco editorial con una trilogía junto a su pareja sentimental

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Carlos Fabra no ha perdido el tiempo durante su estancia en la cárcel de Aranjuez, donde ingresó en noviembre de 2014 para cumplir una condena de cuatro años de prisión por delitos fiscales. El que fuera presidente de la Diputación y del Partido Popular en la provincia de Castellón ha escrito sus memorias bajo el título de «Celda 114». Trescientas páginas que resumen la trayectoria del histórico dirigente popular, desde sus tiempos de gloria a la sombra de las rejas y que publicará la editorial castellonense Sar Alejandría.

Los responsables de la empresa no abundan en detallas sobre la obra, pero admiten que el libro aborda la carrera de Carlos Fabra y desvela los secretos de cómo está siendo la vida en prisión de un hombre que llegó a la cima del poder político y se mantuvo en ella durante décadas.

Carlos Fabra, que acaba de cumplir setenta años, abre una etapa como escritor y, al igual que las grandes sagas, lo hace con una trilogía, por lo que todavía no hay fecha para que vean la luz sus memorias. La primera obra, de hecho, correrá a cargo de Esther Pallardó, pareja del expolítico y hasta la anterior legislatura vicepresidenta de la Diputación de Castellón. «A solas. De la vida, de la política» es el título del libro de Pallardó que predecerá a las memorias de Fabra. El plan de la pareja, desvelado este martes por el periódico «El País», pasa por cerrar su periplo editorial con otra obra en la que se plasmará «La reciente historia del poder en Castellón», también de puño y letra de la compañera sentimental del expresidente de la Diputación, que ya ha iniciado los trámites para solicitar el tercer grado y poder disfrutar de permisos.

Mientras llega el momento, Fabra apura su condena entre manuscritos y juegos de mesa con sus compañeros de prisión.

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