Imagen de este domingo de la Playa El Postiguet de Alicante
Imagen de este domingo de la Playa El Postiguet de Alicante - juan carlos soler
economía

Las previsiones de agosto auguran una temporada histórica para el turismo

El repunte del mercado nacional y la flexibilidad que ofrecen los hoteles se sitúan como la base de la recuperación

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Las principales patronales turísticas de la Comunidad Valenciana vuelven a mirar el futuro con optimismo. Los malos veranos empiezan a quedar atrás y el sector vuelve a mostrarse, con el poderoso respaldo de los datos de ocupación y empleo, como el inamovible motor de la economía regional. La recuperación se palpa y, sin necesidad de que vuelvan los tiempos de bonanza y derroche, la adaptación del turismo a la nueva realidad tras una mala época ha dado el empujón definitivo para abandonar la recesión y volver a instalarse en una tendencia alcista que se prolongue más allá del verano y los meses álgidos.

Luis Martí, presidente de la Federación Hotelera de la Comunidad Valenciana, asegura que el turismo ha dado «un giro de 180 grados» a su realidad a nivel autonómico.

Hace algunos años, grandes núcleos urbanos regionales tenían en agosto un mes «flojo» dentro de la serie anual, pero la proyección se ha revertido por cumpleto.

Las previsiones que lanzaban las ferias turísticas internacionales a principios de año auguraban un buen mercado estival, pero las expectativas, hasta la fecha, han sido todavía mejores. Los expertos auguraban que julio registrase un aumento de más del 5% para los hoteles, y llegó. Ahora, sin haber pasado la primera quincena de agosto, ya se habla de que las subidas podrían seguir y situar el dato global de ocupación hotelera en el 83%, cerca de un 3% más que el año pasado.

Paradigma Benidorm

Dentro de los buenos datos generales en la Comunidad Valenciana, Benidorm se erige desde hace décadas como un oasis de buenas cifras. «No llegar al 90% sería una catástrofe», dice Martí, dejando entrever la exigencia de una localización concreta en la que, una vez alcanzada la excelencia, cuesta seguir mejorando. Pese a ello Toni Mayor, presidente de la Asociación Empresarial Hostelera de la capital turística de la Costa Blanca, augura una temporada «de las que se recuerdan».

Para mejorar lo que ya es difícilmente mejorable, Mayor apunta a una serie de claves. El marchamo de Benidorm, el turismo accesible y las playas cercanas a la clase media, ha vuelto a sus orígenes. Flexibilidad, precios más ajustados y, por supuesto, la mejoría en el poder adquisitivo de las familias han sido algunas de las razones de los buenos pronósticos que se confirman cada día de verano que pasa.

Benidorm se mantiene así como uno de los destinos favoritos para los turistas nacionales; un lugar al que llegar en coche -con el ahorro que eso supone en el caso de viajar varias personas-, con una oferta asequible y atractiva a partes iguales. Por ello, desde Hosbec creen que «no sería raro» que agosto fuese un mes de récord para Benidorm y para toda la costa regional, además de ver en el buen tiempo un aliado que podría acompañar a los buenos registros hasta noviembre, cuando las fiestas patronales cierran tradicionalmente la temporada.

Nuevos enemigos

La interiorización del manejo de las nuevas tecnologías por parte de los ciudadanos es, para el turismo, un lastre al que hacer frente en los tiempos recientes. Un informe de Exceltur cifraba hace unos días que el número de plazas en apartamentos ilegales dobla al que ofrecen los hoteles en toda España.

Una nueva realidad que, como informan desde la Federación Hotelera, «hace mucho daño». A juicio de Martí, su presidente, el suyo es un sector «hiperregulado», y esa liberación de tasas permite a los arrendadores no regulados ofrecer unos precios que están fuera del mercado.

Se trata, según sostienen, de «competencia desleal», lo que hace que llegue a resultar «paradójico» que se registren tan buenos datos. «Juegan con una ventaja brutal», opina la Federación, esperando que se regule y se controle un nicho «que viola todas las normas de competencia posibles». «Es un fenómeno novedoso y las leyes siempre van por detrás de la realidad», dice Martí, quien espera que la laxitud de las sanciones no suponga un impedimento para que se mantenga el éxito de un sector que da de comer a gran cantidad de personas en toda la Comunidad Valenciana.

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