Una madre refresca a su hijo en la fuente de la Plaza de la Virgen de Valencia
Una madre refresca a su hijo en la fuente de la Plaza de la Virgen de Valencia - rober solsona
meteorología

Una ola de calor mortal

Las altas temperaturas que fatigan a la Comunidad Valenciana se han cobrado ya la vida de cuatro personas

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Durante los meses estivales la Comunidad Valenciana se convierte en uno de los destinos turísticos más visitados, tanto por españoles como por extranjeros. Hace solo unos días el Ministerio de Industria, Energía y Turismo publicaba una encuesta de la que se desprendía que la autonomía había batido su propio récord alcanzando los 2,7 millones de visitantes extranjeros en el primer semestre. Los turistas llegan en busca de la auténtica paella, de una buena horchata de chufa y del resto de joyas de la gastronomía valenciana. Pero hay algo que ansían más que el repertorio culinario de la «terreta»: el calor.

Calor que este año se ha convertido en algo más que el «leitmotiv» de las largas jornadas de playa o en las terrazas a la hora del aperitivo.

Este año se ha convertido en un auténtico verdugo, cobrándose la vida de cuatro personas en lo que llevamos de verano. La última, ayer mismo. Un hombre de 46 años fue atendido inicialmente en el centro de salud de San Marcelino de Valencia por un golpe de calor y más tarde por un SAMU, que no pudo reanimarlo.

No hace falta echar la vista muy atrás para encontrar a la anterior víctima. Un hombre de 47 años fallecía el martes en el hospital de Torrevieja tras desvanecerse cuando iba de copiloto en una furgoneta. El paciente había ingresado con una temperatura de 41.3 grados, por lo que se constató su muerte por golpe de calor.

El sábado 18 de julio se informaba del segundo fallecimiento. En este caso se trataba de un hombre de 84 años vecino de Mislata, que falleció en su propio domicilio. Y la primera de las víctimas, el 9 de julio, una anciana de 83 años que perdía la vida en el Hospital San Juan de Alicante.

A la vista de estas historias, y si se comparan las edades de los fallecidos -dos ancianos, hombre y mujer, y dos varones de mediana edad-, queda claro que nadie está a salvo de esta ola de calor que azota a la Comunidad y que no ha remitido prácticamente ni un solo día desde que comenzó el verano.

Quizá las latas temperaturas sean una bendición para los turistas que llegan a la costa en busca de sol y playa, pero para los valencianos que deben combinar jornadas a más de 40 grados con su rutina laboral, este verano se ha convertido en una auténtica pesadilla, con la sucesión de dos olas de calor en apenas diez días.

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