Laura Méndez entrena a diario en las pistas de atletismo del polideportivo de Puerto de Sagunto
Laura Méndez entrena a diario en las pistas de atletismo del polideportivo de Puerto de Sagunto - ROBER SOLSONA
DEPORTE FEMENINO

Laura Méndez: Una mediofondista de garra

Laura Méndez, una especialista de los 1.500 metros, afina su progresión para que el atletismo y su constancia le lleven al sueño de los Juegos Ollímpicos

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Afronta cada carrera con la firme convicción de que no vale otra cosa que exprimirse, vaciarse, invertir toda la energía en ese momento mágico que enlaza el disparo de salida, el paso por la campana que anuncia la última vuelta y el cruzar la línea de meta tras engullir con inmensa ambición los 1.500 metros. Laura Méndez Esquer (Almussafes, Valencia, 6/11/1988), atleta del Playas de Castellón, de trato agradable y mirada sincera, se confiesa «muy trabajadora y constante; no sé si tengo más o menos calidad, pero sí un nivel muy alto, a veces quizás excesivo, de exigencia». La mediofondista, afincada en Puerto de Sagunto, donde se prepara a diario a las órdenes de Manolo Ripollés, es deportista valiente y con carácter en la pista.

«Respeto a todas mis compañeras, pero no tengo miedo. Me siento a gusto estando delante y tirando fuerte siempre que puedo», dice la corredora, que ensueña clasificarse para Río de Janeiro 2016. En el mundillo del atletismo, por lo pronto viene con un progreso importante y cuenta con avales para «luchar todo lo que pueda siempre».

Es una atleta de garra. Sin los clavos en sus pies se muestra cauta y humilde, pero sin dejar de pensar en su sueño: «Hay que ir poco a poco. Toco madera porque no he tenido ninguna lesión que me haya obligado a parar mucho tiempo. Tengo un sueño y quiero cumplirlo, que es ser olímpica. Si no se cumple, desde luego que lo habré intentado con todo. ¿Que sea Río? Pues está muy cerquita y no lo sé. Por qué no Tokio. Creo que podemos llegar, pero obviamente es muy complicado. Dentro de poco tenemos un Europeo en pista cubierta y es objetivo clasificarse. Desde luego, yo lo intentaré».

Laura llegó al atletismo desde el mundo de la natación, que practicó desde los tres a los diez años. De niña fue participando en carreras populares hasta que ingresó en el club de su pueblo. Sus inicios fueron dando incontables vueltas a un campo de fútbol. A los dos años de cruzar su camino con el atletismo, participó en su primer nacional de cross con la selección valenciana. Camino de los 19 años, conoció a Manolo Ripollés y decidió, ya «enamorada de este deporte, que me apasiona», comenzar a entrenar en las pistas de Puerto de Sagunto.

«Estuve como tres años yendo y viniendo a diario a los entrenamientos como una hora y media en tren por trayecto. Quería dedicarme al atletismo y hacía ese ‘esfuerzo’ porque me gustaba lo que hacía. A partir de ahí, empecé a entrenar más en serio, a cuidarme, a controlar la comida, los descansos... Supe que era lo mío», recuerda.

Constancia innegociable

Entrenar. Competir. Rutinizar una vida, la del deporte, que es la suya. Contó con el respaldo del ayuntamiento saguntino para prepararse. Después de esos tres años se afincó definitivamente cerca del escenario de sus día a día. En 2011, fichó por el Playas de Castellón, que «apostó por mí y estoy muy contenta, pues se portan magnífico conmigo».

La mediofondista, en su relato atlético, fue campeona de España junior, subcampeona Promesa y ya en categoría absoluta, entre sus logros recientes, sumó un subcampeonato nacional de la milla. Su mejor marca en 1.500 hasta la fecha está en 4:13.51, logrado el pasado año en Oordegem (Bélgica).

No es de ídolos. Se ha ido haciendo así misma junto a su entrenador, pero confiesa el fijarse «desde pequeña en José Antonio Redolat, también en Marta Fernández de Castro, si bien he compartido muchos momentos con Loli e Isabel Checa». Subraya el de la estadounidense Jennifer Simpson porque «sale a correr fuerte desde el principio. Me gusta esa forma de correr y me atrevo sin dudas, quizás por la costumbre de entrenar sola».

Laura, de 26 años, coordinadora de multideporte colaboradora del consistorio de Sagunto, mira con un especial brillo el futuro a corto y medio plazo. Tiene confianza en sus opciones, incluso mirando a lo olímpico, «porque ni mi entrenador, ni yo misma sabemos cuál es mi techo». Los 1.500 metros son una de las pruebas reinas del atletismo nacional y ella ya se mide con Nuria Fernández o Isabel Macías, entre otras.

«Si sigo con esta progresión, creo que podré. Hay que trabajar mucho», significa, al tiempo que esa autoexigencia no le lleve a repetir un capítulo en pista cubierta la pasada temporada: «Salimos rapiditas. Si yo hubiese acabado como toca hubiese hecho marca personal. Pero no sé qué pasó a falta de una vuelta. Escuché la campana perfectamente y sabía que iba tercera. A falta de cien metros noté algo. Y me han contado, porque yo no lo recuerdo, que a falta de 30 metros caí desplomada. Pero me levanté y llegué a meta, quedando quinta, y ya me desmayé. No lo recuerdo. Me dijeron que quizás fue una deshidratación».

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