Fotograma de «Taram-Tarambola» de la cineasta valenciana María Castillejo
Fotograma de «Taram-Tarambola» de la cineasta valenciana María Castillejo - abc
CULTURA

La Cabina: películas que solo se pueden contar en 45 minutos

El festival internacional La Cabina, el único del mundo especializado en mediometrajes, arranca este viernes en Valencia

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María Castillejo es la única directora española de cuantos compiten en el festival internacional La Cabina de Valencia, el primero dedicado exclusivamente a los mediometrajes. Este tipo de formato, de 30 a 60 minutos de duración, es el hermano pobre de la cinematografía, el que rara vez entra en los circuitos comerciales de televisión o salas de exhibición. Con todo, el mediometraje sigue siendo elegido por muchos realizadores, que encuentran en él la longitud perfecta para contar cierto tipo de historias.

Es el caso de Castillejo, una valenciana asentada en Bruselas hace ocho años, que con su pieza “Taram-Tarambola” ha recabado el Premio del Público en el Tripoli Film Festival y prepara su emisión en la televisión francesa. La cinta narra un doloroso episodio autobiográfico, vivido por la autora y su hermana cuando eran pequeñas.

La acción transcurre en el verano de 1995. Dos niñas esperan en un bar a su padre. Para evitar enfrentarse a la dura realidad –que su padre, un pintor bohemio, las ha olvidado por unas horas-, ambas se evaden en un mundo imaginario y llegan a creer que si inventan una “pócima mágica” y se echan a dormir, cuando despierten todo habrá cambiado. Que sus padres volverán a estar juntos, y no volverán a sentirse abandonadas.

Desde el principio, Castillejo supo que quería contar esta historia con un mediometraje. “Quería que el espectador sintiera la espera de las niñas, y para eso el corto no me servía, y el largometraje resultaría demasiado pesado”, apunta la directora. Otra de las razones que la llevó a decantarse por este formato es su rechazo a dejarse llevar por las tendencias actuales del montaje cinematográfico –e incluso de los programas de televisión-, que buscan el dinamismo extremo, los cortes continuos, para retener la atención del público. Una tendencia que es consecuencia de las nuevas tecnologías, la frenética recepción de información y el déficit de concentración que llevan consigo. “Siete horas en la vida de una niña son como 24 en la de un adulto, y yo quería que eso quedase patente”, explica la autora.

24 películas a competición

El festival La Cabina se celebrará su séptima edición del 6 al 16 de noviembre en varias sedes de la capital del Turia: la Filmoteca de Valencia (que albergará la Sección Oficial, compuesta por una selección de 24 mediometrajes contemporáneos), el centro cultural La Nau y el Instituto Francés. Las sesiones a competición (que incluyen dos mediometrajes) tendrán un coste de 3,5 euros. Los abonos tendrán un coste de 9 euros y permiten asistir a tres sesiones.

A lo largo de su todavía corta trayectoria, han pasado por La Cabina importantes cineastas que apoyan el futuro del mediometraje. Spike Jonze, por ejemplo, contó con este festival como plataforma para el estreno de sus mediometrajes “I’m Here” y “Scenes from the Suburbs”. También pudo disfrutarse en Valencia la cinta del músico Neil Young “Un día en la galería” (A day at the gallery, EE.UU., 2012).

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