Sin «freno» a la inversión

Después de la particular travesía por el desierto de la economía, y con la recuperación de la misma enfilada, son varias las empresas que durante los años más duros de ajustes han sabido capear el temporal y, no solo mantenerse, sino también redoblar su apuesta por Castilla y León. De esta forma, algunas de las grandes firmas y principales motores de la economía regional han saltado a las noticias por sus planes de inversión y empleo para el presente ejercicio y los venideros. Una estrategia que se ha visto reforzada por el crecimiento de la inversión extranjera en la región, que durante 2014 se elevó hasta los 129 millones de euros, lo que supone casi 50 millones más que en 2013.

Así, abanderados de la Comunidad como Renault, Galletas Gullón, Grupo Siro, Grupo Antolín, Campofrío o GlasxoSmithKline (GSK) han anunciado que su papel con la tierra y sus trabajadores se reafirma con nuevos planes de expansión comercial.

El tirón de estas factorías a nivel autonómico sirve en muchos casos de bote salvavidas para otras pequeñas y medianas empresas de los alrededores que se encargan de surtir de productos y materiales a estos gigantes empresariales. Por si fuera poco, muchas de ellas han conseguido un arraigo local que facilita la rápida movilización a la hora de enfrentarse a los problemas. El caso más reciente llegó cuando el pasado 16 de noviembre la principal planta de Campofrío de España, con sede en Burgos, ardía descontroladamente arrasándola por completo y dejando en la calle a cientos de trabajadores. Sin embargo, la empresa cárnica no tardó en refrendar su apuesta por la ciudad y anunció la creación de una nueva planta que se espera que empiece a funcionar a finales de 2016. Una operación que para el CEO de Campofrío, Fernando Valdés, es la «clave» de su compromiso con Burgos, al que agradece «el enorme apoyo» recibido sin el que «no hubiese sido posible sacar el proyecto». Para ello, la firma ha destinado 215 millones de euros para la construcción de la factoría que tendrá una capacidad productiva de 100.000 toneladas en las que volverán a trabajar los 558 trabajadores que se vieron afectados por el incendio.

Otro de los ejemplos es el motor industrial de la región, Renault, que durante este año confirmó que su planta de Villamuriel sería una de las encargadas de la fabricación de su nuevo modelo Kadjar. Una noticia que para la firma supone «la primera piedra» del plan 2014-2016 para la factoría de Palencia. Con una inversión cercana a los 600 millones de euros a nivel nacional, la contratación de 800 personas en la planta de Villamuriel llevará a la factoría local a recuperar los tres turnos de trabajo en el cuarto trimestre de 2015, según la propia Renault. Además, la política de que los proveedores se encuentren, por norma general, en un radio de 100 kilómetros, servirá de soporte para otras empresas de la zona. Esta concesión, que apuntala el papel de la marca del rombo en la Comunidad, llevará a las dos fábricas asentadas en Castilla y León , junto a la de Sevilla, a situarse solo por detrás de Francia en volumen de inversión europea de la firma de automóviles. En Valladolid, el notable éxito del Renault Captur ha llevado a la empresa subir su capacidad de producción al 100%, con tres turnos completos, elevando hasta los 212.000 el número de vehículos fabricados en 2014.Gullón invertirá 35 millonesEl gigante galletero Gullón no se ha quedado atrás durante estos años, y, además de crecer y convertirse por segundo año consecutivo en la única marca de galletas española que incrementa sus ventas, ha vuelto a apostar por la inversión de fondos propios como forma de expansión. Después de cerrar 2014 con una facturación récord de 286 millones de euros, y la creación de 200 puestos de trabajo, la firma de Aguilar de Campoo invertirá durante 2015 más de 35 millones de euros entre sus plantas Gullón 2 y VIDA, con 15 y 20 millones cada una. Desde la empresa se congratulan de «no necesitar recurrir a financiación exterior» para acometer la expansión comercial. Un gasto que irá destinado a la adquisición de nuevas líneas de fabricación, zonas de empaquetado, infraestructura y silos donde almacenar el stock de cara a su expansión. Con 1.100 trabajadores, desde Gullón aspiran a los 1.500 empleos cuando las nuevas líneas se encuentren consolidadas.

Siguiendo dentro del prolífico sector agroalimentario de Castilla y León, el Grupo Siro ha sido otra de las firmas que han sabido navegar durante la tempestad e incluso apostar para seguir con la expansión que les ha llevado a pasar facturar 10 millones y emplear a 85 personas en 1991, a los más de 565 millones y 4.000 trabajadores con los que cerró 2013. Siro, uno de los interproveedores del gigante alimentario Mercadona, anunció recientemente la inversión de 30,8 millones de euros en sus plantas de Palencia, Zamora, Valladolid, Burgos y Segovia. Una actuación que se enmarca dentro del Plan Estratégico de la firma en el que está previsto la inversión de más de 200 millones durante los próximos años. Un desembolso para el que el grupo dispondrá de un crédito de 100 millones del Banco Europeo de Inversiones, lo que para Juan Manuel González, presidente de la entidad, «refuerza el modelo y la estrategia de crecimiento de la compañía» y supone «un impulso para la creación de riqueza y empleo».

Referencia mundial

Otro de los gigantes de la Comunidad, Grupo Antolín, presentó recientemente los resultados de 2014 de los que se desprende que la inversión del grupo aumentó un 24,1 por ciento, hasta los 143,49 millones, durante el pasado ejercicio. Además, han anunciado la integración de la división de interiores de Magna Interiors, que disparará a la compañía hasta convertirse en el tercer proveedor global de interiores para el automóvil con una plantilla de 27.000 trabajadores y unas ventas superiores a los 4.000 millones. Para el grupo esta operación, que aseguran que cuenta con los recursos necesarios para desempeñarla, representa «una oportunidad estratégica para afianzar su liderazgo».

Por último, la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK) anunció a finales de 2014 la inversión de 20 millones de euros durante los próximos cuatro años para su planta en Aranda de Duero (Burgos). La compañía asegura que de esta forma «la planta se mantendrá entre las referencias mundiales del sector farmacéutico» y ejemplifica el «compromiso» de GSK con la región.