corazón de león

¿Por qué gana Herrera?

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Hace semanas aquí quedó escrito que en Castilla y León el sentido común iba a imperar en las ya inminentes elecciones. Por estas tierras, los experimentos con muchachos de camisa blanca y generosa labia tienen poco futuro, como el vino con gaseosa en un almuerzo con un cocido maragato de fondo, por ejemplo; por aquí, ya se sabe, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, lo que no quiere decir que Herrera, que así se apellida el presidente de esta Comunidad, haya sido mal político, sino que los aspirantes a sucederle anuncian paraísos que no «cuelan» en el personal, o sea, en los votantes.

Herrera se llama Juan Vicente o José Vicente o Ángel Vicente, a saber, pues lo de los nombres compuestos siempre es un lío para quienes no son de la familia como a José Juan lo llaman Juan José, y a Juan Pedro, Pedro Juan; o a Manuel Santiago, Santiago Manuel… Si se hiciera una encuesta en las poblaciones de Castilla y León con la pregunta sobre el nombre del presidente de la Comunidad, sería un milagro que la mayoría acertase con su nombre, e incluso con su apellido.

¿Cómo se llama el presidente de tu comunidad?, podía ser una pregunta en esa reválida que ahora se quiere volver a implantar a los alumnos del nuevo Bachillerato. Y sería una pregunta fácil comparada con ¿cuáles son las comunidades del Estado español? Ahí te quiero ver…

Tal vez la virtud de Herrera es que la mayoría de los votantes no sepan decir de manera acertada su nombre (José Vicente, Vicente Juan, Vicente Ángel…) como saben sin dudar los de otros políticos de ingratos recuerdos. A Herrera le han buscado durante décadas las cosquillas para pillarlo en algún renuncio o en alguna corruptela. Sus contrarios no han conseguido moverle los cimientos de su dignidad y de su servicio a Castilla y León.

Esta semana se ha publicado el barómetro de Opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que vuelve a situar al PP como primer partido en Castilla y León. Los sondeos y las encuestas electorales no son fiables, como se acaba de demostrar en Gran Bretaña, pero Herrera sigue siendo caballo ganador por el sentido común de su jefe Rajoy al «obligarlo» a permanecer en la línea de salida e instarlo a que, con su habitual mano derecha, «controle» las listas provinciales, por ejemplo las de León, tan desmadradas en los últimos años. Cierto que la pérdida de votantes en el PP nacional (los recortes y la corrupción pasan factura) van a mermar votos en las urnas, pero tanto Herrera en la Comunidad, como Antonio Silván en la Alcaldía de León se han empeñado en proclamar que «más vale lo bueno conocido que lo malo por conocer». Y parece que llevan las de ganar.

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