Antonio Romo: «Lo único que he hecho es cumplir mi deber con vocación y alegría»

El sacerdote Antonio Romo Pedraz, de 75 años, distinguido con el Premio Castilla y León de Valores Humanos por la obra social y solidaria que ha desempeñado durante tres décadas en el barrio Puente Ladrillo de Salamanca, aseguró tras conocer la noticia estar «sorprendido» por el reconocimiento: «No me esperaba nada esto» porque «lo único que he hecho ha sido cumplir un poco con el deber», aseguró a ABC.

-¿Qué significa «cumplir un poco con el deber»?

-Pues vivir lo que estás haciendo con vocación, con entrega, con alegría, pero eso lo hace una madre de familia cocinando o planchando, o un labrador, cualquiera lo hace.

-¿De dónde saca las fuerzas para ello?

-La fe te ayuda a creer en lo que estás haciendo.

Jesús decía que todo es posible al que cree. La fe es algo muy grande que tenemos las personas. Unas veces la ejercitamos y otras la tenemos oculta, pero el calado de la fe en lo que haces y en lo que crees es muy importante en la vida.

-¿Eso es lo que le ha conducido a lo largo de su vida?

-Creo que sí, a pesar de los muchos fallos habidos, pero las personas te ayudan a seguir ese camino, a ser fiel, a integrarte porque la persona nunca es sola, todos somos solidarios. En ese sentido, he recibido muchísima ayuda de los demás.

-Sin embargo, ¿la actual situación no es la más idónea respecto a los valores?

-Hay valores que apenas salen en los medios de comunicación, los de las gentes sencillas y los de las personas normales. Me encuentro con cantidad de situaciones y de personas que está nviviendo los valores humanos: de familia, de entrega, de aguante, de cariño hacia los suyos, de amistad… Es una labor muy callada, que merece la pena y que te hace más humano.

-¿Cree que en España se está saliendo de la crisis?

-Las situaciones de crisis te sirven de derrotismo o de reto, y ahora que estamos con el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, ella, en lugar de ver un problema, vio un reto y entonces, una entrega, un entusiasmo, un caminar, un emprender, un sueño…, depende cómo nos lo tomemos.

-¿Lo importante es vivir la vocación a la que te has entregado?

-Eso te hace feliz e incluso los sufrimientos que llegan los soportas mucho mejor y merece la pena vivirlo porque en el fondo es lo que te hace feliz. Así que ahí estamos.

-¿Cuáles son sus modelos a seguir?

-Hay muchos ejemplos en la vida diaria. Personas que han iluminado un poco mi vida a través de testimonios y de lo que me han explicado. La historia de la vida corriente es con las personas que te encuentras, que ves cómo sufren, cómo luchan, cómo esperan, pero es gente muy sencilla. Mientras eso perdure, la persona, el barrio, el pueblo o la familia están salvados. En momentos de dificultades es cuando he conocido a personas mucho más entregadas que han creído y no hacen faltan demasiadas, sino aquellas que aporten un poquito de luz a los que vamos caminando, eso es muy importante.

-¿Hay personas malas?

-No es que sean malas, sino que a veces sé es inconsciente, o no se enteran o no hay tiempo. El corazón del hombre es muy parecido y sobre todo las mujeres tienen un valor de aguante y de entrega que yo siempre estoy admirando.