Rebajas electorales leonesas

El mes de enero debe su nombre al dios Jano romano, el de las dos caras, la vida y la muerte, la alegría y la tristeza. En el mundo occidental también es el mes de las rebajas, de los saldos y las ocasiones de alcanzar aquello que se nos ponía difícil económicamente hablando.

Pero también este mes de enero está siendo, tras el lapsus navideño, el mes del inicio de la precampaña y con ella el aluvión de gestiones internas para la conformación de listas a los ayuntamientos de Castilla y León. Recientemente desayunaba con un dirigente político leonés y ambos comentábamos, desde la óptica política uno y desde la periodística otro, las anécdotas y los comportamientos de las personas metidas en esta tesitura del sistema.

Lo cierto es que procuramos dar una nota de humor desenfado a tanta vanidad como hay por el mundo, tanto ego y tanta hipocresía pues ambos, desde críos, hemos tenido claro que la política es un noble y honorable oficio de representar a los demás bajo unos parámetros donde las ideas y el diálogo siempre debe superar al mercadeo fenicio en el que, entre todos, parece se ha convertido.

En la provincia de León dos formaciones, los comunistas de IU y los leonesistas de UPL parecen estar desaparecidos, eclipsados por un fenómeno llamado Podemos, Ciudadanos, UPyD, Vox… En cuanto a los dos grandes, bajo la amenaza del fin del bipartidismo el PSOE parece aventajar en deberes hechos al PP. Sin embargo, ello es plenamente atribuible al mayor tiempo del que disponen. No en vano son prácticamente oposición en todas las grandes instituciones de la zona.

Febrero, como una consigna para frenar a sus huestes, el PP responde una y mil veces que febrero será el mes de proclamación de la mayor parte de sus candidatos, algo que, en Ponferrada, lo que diga León y Valladolid parece traerles «al pairo».