Irresponsabilidad

Por mucha estrategia de defensa que sea la decisión de que Marcos Martínez no presente su renuncia como presidente de la Diputación de León y alcalde de Cuadros, su situación es cada día más insostenible y daña, aún más, la poca imagen de servidor público que le pudiera quedar en razón a sus responsabilidades hasta el momento. Nadie en su sano juicio puede pensar que las durísimas medidas cautelares que el juez Eloy Velasco le ha impuesto son fruto del capricho personal y es lógico pensar que tienen un fundamento que conoceremos plenamente en muy poco tiempo. Pero es que hay, además de los aspectos legales, aspectos morales y éticos en el desempeño de la vida pública que son muy importantes y desde luego, que se decrete prisión incondicional sin fianza, debiera de invalidar para a cualquier afectado para el ejercicio de la vida pública.

Cierto que existe la presunción de inocencia, pero eso es algo que el curso de las investigación irá despejando.

Más irresponsable aún es la posición de los hasta ahora miembros del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Cuadros, que por una muy mal entendida lealtad, mantienen a un interno en prisión como alcalde de la localidad, provocando una parálisis institucional que sólo dañará a la localidad y a sus vecinos.

La posición del PP en este asunto ha sido clara y al margen de si se pudo actuar un poco antes, la decisión de separar de sus filas a todo aquel que pueda estar inmerso en asuntos relacionados con la corrupción es total. La compleja situación ha obligado al PP a recomponer los órganos de León, promoviendo a la presidencia provincial a Eduardo Fernández, quién deberá trabajar para lograr la unidad en un partido roto y además, pilotar el relevo en la Diputación para evitar que se pare la gestión y puedan resultar perjudicados los pequeños pueblos a los que esta debe servir. Ardua tarea que marcará el futuro de los populares leoneses.