boberías económicas

Guiri, ¡arriba las manos!

Esta ocurrencia tendría una repercusión muy negativa sobre nuestra débil economía que lo que está pidiendo a gritos es una bajada masiva de impuestos y una liberalización turística

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Nueva Canarias (NC) ha presentado recientemente en el parlamento canario una proposición de ley por la que se pretende implantar un impuesto sobre las estancias turísticas, de esta forma tanto los extranjeros como los canarios que quieran pasar unos días hospedados en nuestros establecimientos turísticos tendrán que pagar un nuevo impuesto. Según los políticos de esta formación, la medida permitirá ingresar en las arcas públicas entre 68 y 95 millones de euros que servirán supuestamente para la renovación de las áreas y servicios públicos turísticos obsoletos.

Que un canario tenga que pagar un nuevo impuesto después de pagar los de IRPF, IGIC, IBI, gasolina, electricidad, alcohol, tabaco y sucesiones entre otros por ir a pasar unos días en uno de nuestros hoteles es insultante, pero siempre podemos sacar de nuestras instituciones votando a los que nos atracan de esta manera.

Sin embargo, poner un impuesto así a los turistas, quienes vienen a dejar parte de su riqueza en nuestras islas, se convierte en un auténtico disparate, pues ellos, entre otras cuestiones, no pueden votar.

Estas ocurrencias, propia de repúblicas bananeras, a las que nos tienen acostumbrados los políticos de NC, no solo son un dislate jurídico y ético, sino que además son un suicidio económico. Si algo ha demostrado la ciencia de la economía es que cualquier impuesto, por pequeño que sea, afecta directamente sobre el consumo. Por esta razón, pensar que una tasa de estas características tendrá un resultado neutral sobre la actividad turística y servirá para mejorar la competitividad, como han apuntado desde NC, es de ignorantes en materia económica o es que faltan a la verdad descaradamente.

Por otro lado, podría ser que con la medida se ingresen casi 100 millones de euros, pero no se está teniendo en cuenta que, al afectar el impuesto sobre el consumo, vendrán menos turistas y las empresas relacionadas con el sector reducirán sus beneficios, las arcas públicas ingresarán menos y con total seguridad se incrementará el número de desempleados. Por todo ello, ver únicamente el dinero que se puede recaudar de forma directa con esta medida y no todos los efectos negativos que tendría es de miopes o irresponsables.

Por todas estas razones, esta ocurrencia tendría una repercusión muy negativa sobre nuestra débil economía que lo que está pidiendo a gritos es una bajada masiva de impuestos y una liberalización del sector turístico para que se puedan regenerar nuestros complejos e infraestructuras. De no hacerlo, seguiremos viendo como nuestras deterioradas instalaciones continúan perdiendo competitividad mientras los políticos siguen derrochando las ingentes cantidades de dinero que ya recaudan tanto de residentes como de turistas.

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