Jesús Alexis Bethencourt, abogado de Rufino Pérez
Jesús Alexis Bethencourt, abogado de Rufino Pérez - abc

Por culpa del caso «Palmera», se ha «denigrado la imagen de Gran Canaria ante Bruselas»

El abogado de Rufino Pérez, el denunciante de esta trama cree que la investigación judicial puede poner de manifiesto una presunta financiación irregular de Nueva Canarias

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Jesús Alexis Bethencourt es el abogado de Rufino Pérez, exconcejal de Santa Lucía de Tirajana y denunciante del caso «Palmera», la trama de presunta corrupción por la que están imputados el exalcalde Silverio Matos (NC), junto con concejales de su grupo de gobierno y empresarios de este municipio del norte de Gran Canaria.

—¿Puede resumirnos, en pocas palabras, qué delitos se investigan y cuál es la trama que se trata de aclarar?—No es otra que un conjunto de políticos del Ayuntamiento de Santa Lucia de Tirajana que decidieron olvidar que están al servicio del pueblo y pasar a servirse ellos mismos. Así las cosas, se conchabaron para hacerse con una subvención europea para crear un parque eólico. Presuntamente, llevaron a cabo todos los delitos necesarios para engañar a Bruselas y de esta forma hacerse adjudicatarios de los molinos colocándolos a dedo en sus propios terrenos o en los de empresarios que pujaron por ellos.

—¿De qué modus operandi se valieron?—Lo hicieron a través de las juntas de gobierno municipales y valiéndose de un método, a juicio de esta parte, más que peculiar, que incluso puede ser ilustrativo de por qué no se ha destapado aun más corrupción, consistente en crear actas inmaculadas.

—¿A cuánto ascendía el negocio que querían propiciar, basado en las ayudas a renovables que daba la UE?—Su cifra a lo bajo superaría los 100 millones de euros.

—¿Qué uso tienen hoy esos terrenos, donde se instalarían los molinos?—Ninguno relacionado con la energía renovable.

—¿Su defendido, Rufino Pérez, ¿ha sufrido personalmente algún perjuicio por haber denunciado esta presunta trama de corrupción?—Sin duda. Fue insultado, y se empleó la justicia, con medios pagados por el Ayuntamiento, para amedrentarlo y hundirlo en una depresión. De todo esto, poco a poco y gracias al pueblo de Vecindario, él ha ido saliendo. Como yo, a mí también me hicieron la vida imposible y tuve que enfrentarme a sus querellas. Pero el valor de los que creemos en una política limpia se impone.

—¿En qué estado procesal se encuentra este caso, el «Palmera»?—Para algunos políticos, en el incómodo proceso de ser imputados. Este caso, que se presumía ya cerrado y listo para ser juzgado, no deja de sorprendernos aún. La práctica de una nueva prueba ha sacado más miserable corrupción a la luz.

—Sin embargo, este caso parece estar fuera del foco público cada vez que se habla de corrupción en Canarias. —Es llamativo, pero le digo que por culpa de conductas como estas, que son objeto de enjuiciamiento, se ha perdido el pan del pueblo canario, se ha denigrado la imagen de Gran Canaria ante Bruselas y se ha amparado, por parte de los representantes del Ayuntamiento de Santa Lucia de Tirajana, que la corrupción quede sin castigo.

—¿Qué delitos se han investigado?—En total, son: prevaricación, sobornos, delitos contra la ordenación del territorio, falsedad en documentos públicos y falso testimonio. Todo ello sin perjuicio de otros delitos que están por caer, algunos de ellos en relación a una posible financiación irregular del partido político que ésta cuestionado, Nueva Canarias.

—¿Cree que este caso es solo de la corporación que presidía Silverio Matos o que tiene resonancias políticas incluso fuera del municipio? —Lo segundo, pues Nueva Canarias, no puede ser entendida sin Coalicion Canaria, y sin la persona se sus líderes, exalcaldes de este municipios, portavoces de dicho partido y hasta el hermano, Carmelo, de la concejal Inmaculada Sánchez Ramírez.

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