La directora del Instituto Estudios Científicos en Momias, Mercedes González, trabaja en la restauración de uno de los cuerpos hallados en Quinto
La directora del Instituto Estudios Científicos en Momias, Mercedes González, trabaja en la restauración de uno de los cuerpos hallados en Quinto
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Quinto de Ebro: momias con 300 años de antigüedad, en el subsuelo de la iglesia

Se trata de 30 cuerpos momificados de forma natural. Ahora se buscan fondos para restaurarlos y crear el primer museo de España dedicado a las momias

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Por casualidad. Así es como salieron a la luz las momias de Quinto de Ebro (Zaragoza), enterradas en el suelo de una de las iglesias de la localidad desde el siglo XVIII. Las obras de rehabilitación del edificio, que se pretendía usar como centro de interpretación del Mudéjar aragonés, permitieron hallar uno de los enterramientos mejor conservados de España. Solo en Toledo hay una necrópolis de características similares.

La iglesia conocida como «El Piquete» hace años que se desacralizó y dejó de utilizarse para el culto religioso. El Ayuntamiento se hizo con la propiedad y durante años se usó como almacén. El exterior está perfectamente conservado y la torre mudéjar tiene un gran valor patrimonial, de ahí que en 2001, el Gobierno de Aragón la declarara Bien de Interés Cultural. Sin embargo, el interior está en peores condiciones, sobre todo por los expolios y bombardeos que sufrió durante la Guerra Civil. A día de hoy todavía es visible metralla de la contienda española.

En 2010, el Ayuntamiento de la localidad apostó por rehabilitar el interior para destinar el edificio a usos culturales. Para instalar la calefacción fue necesario levantar el suelo y fue entonces cuando se descubrieron los enterramientos, tanto de adultos como de infantiles, en sus correspondientes ataúdes de madera. La sorpresa mayor llegó cuando al abrir los ataúdes se vio que los cuerpos estaban momificados y habían llegado hasta nuestros días en un buen estado de conservación. Las condiciones climatológicas del lugar han contribuido a ello.

Momias al natural

Según explica la directora del Instituto de Estudios Científicos en Momias, Mercedes González, «los cuerpos se han momificado de forma natural, propiciado por la falta de humedad y el estado físico de los cadáveres en el momento de la muerte». Es decir, los cuerpos no fueron embalsamados en su día, sino que las condiciones del subsuelo de la iglesia han contribuido a su momificación.

Eso sí, no todos han llegado en las mismas condiciones. También hay ataúdes en los que solo se conservan restos óseos. La razón: estaban enterrados en zona de la iglesia con mayor humedad, de ahí que se hayan descompuesto con el paso de los años.

El enterramiento data de mitad del siglo XVIII y principios del XIX. En la época era una práctica habitual que los fallecidos descansaran bajo el suelo de las iglesias. Fue el rey Carlos III quien lo prohibió por razones de salubridad y a mitad del siglo XIX los cementerios en las afueras fueron extendiéndose por las ciudades y pueblos españoles.

Muchos de los enterrados eran monjes, ya que portan el hábito de San Francisco. Además, hay varios ataúdes que pertenecen a niños. En total, se han localizado 70 enterramientos, 30 de ellos momificados. De las momias se han recuperado seis, gracias a una subvención de 3.500 euros que en su día aportó la Diputación Provincial de Zaragoza y al trabajo de Mercedes González que se ha involucrado en la restauración de los cuerpos que están mejor conservados. Incluso a una de las momias el experto Antonio Jardiel ha conseguido ponerle nombres y apellidos gracias a los documentos históricos que se conservan. Es la única que se ha identificado.

La directora del  Instituto de Estudios Científicos en Momias ha sido la encargada de limpiar durante días los cuerpos del polvo y los insectos que acumulaban. También ha trabajado para recuperar la indumentaria que portaban. Una vez restauradas las momias han sido expuestas en la localidad. En solo seis horas, más de 800 personas se acercaron a verlas. Y es que es mucha la expectación que ha levantado el hallazgo en el pueblo. «Son sus antepasados y los vecinos sienten curiosidad por ver lo que hemos encontrado», asegura González.

El primer museo de España

El proyecto de futuro pasa por devolver las momias a la iglesia de donde han salido y hacer el espacio visitable para en un futuro poder inaugurar el primer museo de España dedicado a este fin. Eso sí, para ello es necesario la implicación de las administraciones públicas y el mecenazgo de las entidades bancarias.

En estos momentos, Mercedes González, toda una experta en lo que a momias se refiere –ha trabajado por ejemplo en el hallazgo de los restos de Cervantes en la cripta de la iglesia de las Trinitarias – está elaborando un informe con los medios y el dinero que se necesita para finalizar los trabajos en el yacimiento arqueológico de la iglesia. Una vez que se conozca qué hay que hacer y cuánto cuesta, el Ayuntamiento va a tratar de recabar subvenciones para sacar adelante el proyecto.

«Llamaremos a la puerta de la Diputación Provincial de Zaragoza, del Gobierno de Aragón y de las obras sociales de las entidades bancarias para que colaboren con nosotros en este proyecto que va a ser todo un revulsivo para el pueblo», asegura el alcalde de Quinto de Ebro, Jesús Morales.

«Hay que potenciar lo que tenemos, no podemos dormirnos, porque cada euros que invirtamos va a generar riqueza y va a contribuir a situar a Quinto en el mapa», explica el alcalde. Él está convencido de la viabilidad de habilitar en la localidad el primer museo de momias de España.

Mientras el proyecto se materializa al completo, el Ayuntamiento quiere hacer visitable el actual yacimiento, que está excavado a un metro de profundidad. Para ello es necesario hacer un lavado de imagen al interior de la iglesia, adecentar los accesos y crear una plataforma para que los visitantes puedan ver desde arriba los enterramientos.

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