La salida de Ripoll rompe el bloqueo municipal y del Consell al puerto

El puerto de Alicante ha salido del letargo desde que dejó sus riendas el expresidente José Joaquín Ripoll y cogió su relevo Juan Ferrer, con una actividad económica creciente y perspectivas de mayor crecimiento gracias a varios proyectos de envergadura en el ámbito industrial y de ocio, con respaldo del Consell y del Ayuntamiento.

No en vano, el distanciamiento entre Ripoll y la anterior alcaldesa, Sonia Castedo, así como de la Generalitat, había dejado aislada la gestión de la terminal y provocado una crisis.

Uno de los proyectos llamados a «abrir» el área portuaria a la ciudad apunta a potenciar la llamada Explanada del Puerto como zona de ocio junto a la Volvo y los bares y cafeterías del Muelle de Levante.

En esta idea trabajan conjuntamente el Consell, el Ayuntamiento y el equipo de Ferrer, una iniciativa a tres bandas – que adelantó ABC– con proyección para el consumo y la hostelería.

El segundo eje se sitúa en el ramo industrial. Tanto el vicepresidente del Consell, José Císcar, como la candidata a la Alcaldía, Asunción Sánchez Zaplana, ambos han anunciado la creación de un «cinturón de empresas tecnológicas». Císcar, además, habló de una zona franca con menos impuestos para potenciar el tráfico de mercancías.

En la misma línea, Ferrer mantuvo una reunión con empresarios de Elche para impulsar un «clúster logístico». La alcaldesa, Mercedes Alonso, le agradeció que el consejo de administración portuario incorpora por primera vez a un representante ilicitano, lo que abre el puerto a Elche y no únicamente a Alicante.

El doble de cruceristas

Uno de los indicadores más evidentes de este desbloqueo se dio a conocer hace solo unos días, con la previsión de doblar el número de cruceristas que transitarán por la terminal este año, con 90.000 visitantes. El anuncio de Ferrer coincidió precisamente con la escala de dos, el Britannia y el Ventura, con capacidad para 4.372 y 3.597 pasajeros. Es más, para el mes de mayo está cerrada la llegada de otros 8.000 turistas de cruceros y el Britannia –uno de los cruceros de mayores dimensiones que surcan el Mediterráneo– volverá a desembarcar en Alicante en junio. Con el medio centenar de escalas confirmadas, y ese promedio de abril y mayo, los cálculos del nuevo presidente se pueden quedar incluso cortos al concluir el ejercicio.

Aparte de estos datos que son el presente, para el futuro la Autoridad Portuaria trabaja para que Alicante pueda funcionar como base de cruceros de algunas compañías y no solo puerto de tránsito para las escalas de estos viajes. Y como tercera vía, que algunos barcos se queden por la noche, no únicamente la jornada diurna, aunque esta no sea su base de salida.

Para ganar atractivo, se ha trabajado para ampliar la oferta de excursiones y en facilitar los avituallamientos y los estacionamientos de coches y autobuses. Coincide además con la entrada en servicio del tren turístico para los cruceristas, de la mercantil Sis Tours con respaldo municipal.