El Cádiz confirmó su descenso matemático a Segunda División en Getafe, donde aumentó sus aspiraciones de permanencia durante más de 70 minutos, gracias a un golazo del argentino Lucas Lobos, pero se hundió en el tramo final del choque, en el que los tantos de Pulido, Pachón y Riki dieron la vuelta al marcador.

El conjunto cadista, apoyado por los incansables cánticos de sus más de 2.000 aficionados en las gradas del Coliseum Alfonso Pérez, recibió un castigo excesivo, en un duelo en el que mereció por lo menos un empate que, con la victoria del Racing ante el Osasuna, tampoco le servía para mantener sus esperanzas de salvación.

La obligación de victoria mostró un Cádiz valiente, consciente de que todas sus aspiraciones de permanencia pasaban por un triunfo en el Coliseum Alfonso Pérez, por lo que imprimió intensidad desde el primer minuto, con algo de desorden, con mucha lucha y con bastantes apariciones por el área contraria.

Enrique, tras un pase largo, avisó en el arranque del duelo, pero Luis García solventó la acción en el mano a mano, en unos momentos en los que los balones aéreos del conjunto visitante acababan en los despejes de cabeza del central Manuel Tena, muy seguro en ese aspecto durante los primeros instantes.

La ansiedad amarilla por el primer gol dejó muchos espacios atrás. Y el Getafe, que apenas lograba mantener la posesión del balón, los aprovechó para lanzar algunos contragolpes, como el que envió fuera el serbio Veljko Paunovic.

El delantero balcánico también fue el protagonista de la mejor ocasión azulona de la media hora inicial, con un disparo colocado que despejó el argentino Óscar Limia a saque de esquina y que creó incertidumbre en los más de 2.000 seguidores visitantes que colorearon de amarillo todo el fondo norte del Coliseum.

Entre los acercamientos de uno y otro equipo apareció Lucas Lobos. El argentino sólo necesitó su primera ocasión para levantar a todos los aficionados del Cádiz, que vieron como el delantero cruzó el balón por encima de la salida de Luis García para alojarlo en la red junto al otro poste. Un golazo. (0-1, m. 20).

Replegó líneas el equipo gaditano con el paso de los minutos, le dejó la posesión de la pelota al Getafe, que no hallaba la fórmula para plantarse con asiduidad sobre la portería rival y que sólo inquietó a Limia con un intencionado lanzamiento a balón parado del hispano-argentino Mariano Pernía que se marchó fuera.

Más clara fue la oportunidad del Cádiz , que desperdició la opción de dar un paso más hacia el triunfo en una acción por la derecha de Enrique, que envío un buen centro al área que remató demasiado cruzado el argentino Matías Pavoni.

El alemán Bernd Schuster, entrenador del Getafe, movió ficha en el banquillo, sacó del terreno de juego a Pablo Redondo, desdibujado durante toda la primera parte al igual que todo el conjunto azulón, y dio entrada al jerezano Dani Güiza, que envío alta la primera ocasión de la segunda parte.

Paunovic tuvo la siguiente ocasión, en la que aprovechó un pase interior para plantarse delante de Limia, pero su disparo, con la oposición de un futbolista rival, se perdió excesivamente cruzado, en una de las mejoras ocasiones azulonas de todo el partido.

La grada amarilla, que celebraba los goles de Osasuna y Zaragoza ante el Racing de Santander y el Alavés, respectivamente, ambos rivales directos, sufría a la vez que su equipo, cada vez más encerrado atrás.

La entrada de Gica Craioveanu, en la despedida del rumano de su afición, desató los aplausos del público, correspondidos con un saque de esquina del futbolista que, tras varios rechaces, acabó en el empate a uno, conseguido por Pulido (1-1, m.69).

Al Cádiz , que pagaba su esfuerzo físico, no le valía de casi nada el empate, por lo que lo intentó con un disparo de Lucas Lobos. Pero de mucho menos le servía la derrota, consumada con un gol de Sergio Pachón y otro de Riki en los diez minutos finales de un partido que condenó al equipo amarillo a Segunda División (3-1).