El presidente fue de los últimos cadistas en abandonar el Alfonso Pérez. Antonio Muñoz creyó que el milagro era posible porque «tuvimos oportunidades pero nos encontramos con la inoportuna lesion de Paz. No lo podemos achacar nada a nadie porque no había ningún central y había que acudir a Varela, un jugador de banda». También manifestó que «no nos han salido las cosas pero me quedo con la ilusión y las ganas». El empresario volvió a nombrar a la mala suerte que ha perseguido este año a su equipo. «Si analizamos la temporada, vendrían a la retina todos los partidos que perdimos jugando bien y sin suerte por lo que no nos merecemos bajar; pero esto es fútbol», añadió para reforzar más aún esta idea alegando que «los puntos los dan los goles y no hemos tenido un goleador». Se remontó al caso Acuña y a las lesiones inoportunas de Medina para justificar la falta de gol.

Aprueba su gestión en el club aunque «siempre hay aciertos y errores». Sobre el dinero gastado, comentó que «el tema no es gastar pues otros equipos se han gastado mucho y también están ahí abajo».

Pero del día de ayer, Muñoz se queda con la afición. «Ha sido lo más positivo tras perder la categoría porque ha dado una leccion enorme a todos». En este sentido, recogió el guante que la afición mediante el cántico de Volveremos a subir con que los congregados en Getafe despidieron al equipo. «Esa es ahora nuestra obligación. Sin lugar a dudas». Para ello, «trabajaremos desde ya para conseguirlo porque es lo que se merecen».

Muñoz dignificó la derrota porque «se ha bajado con la cabeza alta». Para el mandatario, descender se puede hacer de muchas formas pero la de ayer no hay que interpretarla como un drama. Para explicarse, comparó el presente descenso con el que se tuvo la última vez en Riazor y que condujo al equipo a Segunda B y más tarde casi la desaparición. Este año, «tenemos la tranquilidad de que esto no es un drama porque el proyecto que empezamos hace dos años está vivo y ya trabajamos para que cuando volvamos a Primera lo hagamos mejor porque de los errores se aprende».

Benito, dolido

Con gafas de sol para ocultar sus ojos acuosos, el director técnico del Cádiz, Alberto Benito, acarició el sueño porque «se puso todo de cara». Consumado el descenso, apuesta por levantarse cuanto antes. «No podemos hundirnos, seguimos teniendo vida y hay que pensar en la temporada que viene plantearnos también el objetivo». Algo que no está tan claro para él porque en Segunda hay «18 equipos más que quieren subir» aunque asume que la grada pida el ascenso después de bajar este año. Por útimo, dijo que le encantaría seguir en el Cádiz porque «gracias a Dios las bases del club son sólidas y el futuro es muy intersante. Será un año duro pero ilusionante», concluyó.