Duelo de tiaras en la cena de gala del Palacio de Buckingham

Sin supersticiones, la Reina ante la de Inglaterra, que repasaba con la mirada, complacida, la mejor versión que Doña Letizia daba de sí misma.Abrigo corto y vestido de un color, el amarillo vainilla, en un guiño a los célebres gustos de la monarca inglesa, pero sin competir con la anfitriona, de buganvilla.Complicidad sonriente, espontánea, solícita con los anfitriones, relajada, dando muestras de saber estar, aunque los tocados no ayuden. En la cena de gala, Doña Letizia, majestuosa, con otro modelo de Felipe Varela y con un color, el rojo, que le favorece. La percha perfecta para que brillaran en todo su esplendor las imponentes joyas de pasar de la dinastía Borbón. Doña Letizia, majestuosa, con otro modelo de Felipe Varela y con un color, el rojoUn " look "con el que tenía difícil competir, la duquesa de Cambridge, que también escogió joyas de su suegra, un collar que perteneció a la Reina y la que fuera la tiara favorita de la princesa Diana.Con la banda de su condecoración metida dentro del escote como hacía la Infanta Elena, Letizia, regia en Londres, reina por goleada en las portadas de la prensa británica.