Los afectados por el terremoto de Italia vuelven a sus hogares en busca de sus pertenencias

Un vecino de Pescara de Tronto les grita que ya no queda nadie ahí abajo, pero ellos no se dan por vencidos. Es el momento de echar el último vistazo. De marcar definitivamente las casas, dicen, para no perder el tiempo. Y cuando -es verdad- parece que ya no queda nadie, algunos regresan en busca de medicamentos, o recuerdos. Es la mudanza más amarga, la que cabe en un par de bolsas y en un par de manos. Este vecino no tiene voz, ni palabras para contar lo que siente. Y como él, son miles las personas que se han quedado sin casa. Y aún así, no se van. Temen que haya saqueos. Por eso quieren acceder cuanto antes a lo que una vez fueron sus hogares para encontrar sus pertenencias, o animales. Va a ser complicado despedirse de los casi 300 fallecidos, y de las decenas de pueblos que se han quedado estancados en el momento del terremoto. Pero ellos tienen que seguir adelante.