Winners y losers

De la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la sospechada trama rusa en las presidenciales de 2016 solo se conocen las cuatro páginas publicadas por el Departamento de Justicia. Más allá de las muchas preguntas sin contestar y de todas las pesquisas todavía pendientes, ya se empieza a hablar de perdedores y ganadores:

Trump: El informe de Mueller, según el interesado filtro del Departamento de Justicia, considera que nadie en la campaña de Trump «conspiró o se coordinó» con Rusia para influenciar las elecciones a favor de Trump. En lo que se refiere a la obstrucción a la justicia, el presidente no llega a ser exonerado pero eso no ha impedido a Trump declarar una victoria total.

La nueva normalidad . Según análisis como los del profesor Tyler Cowen, EE.UU. se encuentra inmerso en la era post-Obama y la principal preocupación electoral no pasa por una restauración de la vieja política.

2020 . De cara a las próximas presidenciales, con una pléyade de aspirantes del Partido Demócrata, el perfil favorito vuelve a ser el de un candidato relativamente centrista y dinámico. Hasta ahora la percibida debilidad de Trump había dado viabilidad a figuras más radicales.

Congreso. El informe reivindica los esfuerzos de Nancy Pelosi por frenar el fervor entre sus filas por someter a Trump a un «impeachment». La líder de la mayoría demócrata en la Cámara Baja no ha querido fomentar el escenario de un juicio político contra el presidente, ahora mucho más remoto en ausencia de cargos contundentes.

Republicanos . El minoritario reducto de conservadores contrarios a Trump –Never Trumpers– pierde todavía más terreno mientras que el Partido Republicano queda todavía mucho más dependiente de un presidente fortalecido.

Medios. Sobre todo la Prensa tradicional en EE.UU. se ha centrado en la trama rusa durante más de dos años y medio generando una enorme atención del público. Las consecuencias del informe Mueller auguran un deterioro adicional en la credibilidad de los medios.