Un muerto y varios heridos por disparos en un hospital de Nueva York

Un médico ha disparado este viernes dentro de un hospital de Nueva York y causado seis víctimas antes de suicidarse de un tiro con el fusil de asalto que utilizó para el ataque., según fuentes oficiales e informes de medios de comunicación.

Medios locales han identificado al autor de los disparos como Henry Bello, un antiguo empleado del hospital que hace dos años renunció o había sido despedido de ese centro médico, al que regresó hoy para desencadenar el caos.

«Gracias a Dios no fue un acto de terrorismo», ha afirmado el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en declaraciones a los periodistas frente al lugar del tiroteo, el hospital Bronx-Lebanon, en el distrito del Bronx.

Aunque en un principio se informó de la posibilidad de que una de las víctimas murió por los disparos, el dato no ha sido confirmado por fuentes oficiales, que sí confirmaron que el atacante pereció dentro del hospital.

UPDATE: The shooter is deceased. Several others are injured regarding the shooting at Bronx Lebanon Hospital.

— NYPD NEWS (@NYPDnews) 30 de junio de 2017

«El autor de los disparos ha muerto en el hospital», tuiteó el portavoz de la Policía de Nueva York Peter Donald, sin dar detalles.

Con una información que aún es preliminar, las autoridades han reconstruido el tiroteo, que afectó a varias plantas del hospital. Varias unidades tuvieron que ser desalojadas para intentar contener al autor de los disparos.

El atacante, armado con un fusil de asalto, entró en el hospital a las 14.55 hora local (18.55 GMT) y, vestido con una bata blanca, se dirigió a la planta 17 del edificio, donde comenzó a disparar. Horas después el atacante fue encontrado muerto en la misma planta del edificio por una herida de bala que, según el jefe de la Policía de Nueva York, James O'Neill, se habría causado él mismo.

«El autor de los disparos se disparó a sí mismo no sin antes causar daños horribles», ha corroborado el alcalde. Al parecer, el atacante intentó que se declarara un incendio dentro del edificio, pero los dispositivos del sistema contra el fuego lo anuló. Pero ese intento obligó a los equipos de bomberos a actuar dentro del hospital junto con los agentes policiales.

«Se pasó de las actividades normales (de un hospital) al horror en cuestión de segundos», ha apuntado el alcalde neoyorquino. La alerta por este suceso se ha extendido rápidamente por la ciudad ante el temor a que se tratara de un atentado terrorista. A pesar de que son frecuentes los tiroteos en Nueva York, el hecho de que los disparos fueran hechos con un fusil de asalto y sin razón aparente desató todas las alarmas.