Sale de prisión la espía rusa que se infiltró en la Asociación del Rifle de EE.UU.
Maria Butina será repatriada a su país tras haber cumplido la mayor parte de su condena
La espía rusa Maria Butina , que confesó ser una agente del Kremlin con la misión de infiltrarse en grupos conservadores de Estados Unidos durante las elecciones de 2016, ha salido de la prisión de Florida en la que ha cumplido condena durante más de un año, y será repatriada a su país natal.
En diciembre de 2018 Butina se declaró culpable de un delito de vulneración de la ley de registro de lobistas extranjeros y fue condenada a 18 meses de prisión . Esta ley obliga a todos los ciudadanos extranjeros a declarar cualquier contacto de naturaleza política con cargos electos o funcionarios de EE.UU.
A pesar de haberse declarado culpable y haber aceptado la pena de cárcel, Butina sigue manteniendo en público que en realidad no era una espía, ya que no ocultó sus acciones de «lobby». Mantiene que en 2016 era una estudiante extranjera en American University interesada en estrechar lazos entre EE.UU. y Rusia, y que por ello participó en varios congresos sobre defensa de la tenencia de armas.
La Fiscalía norteamericana considera probado que Butina se coordinó con Alexander Torshin —vicegobernador del Banco Central de Rusia, investigado en España por blanqueo y miembro del partido de Vladímir Putin, Rusia Unida— para infiltrarse en la Asociación Nacional del Rifle y el Partido Republicano.
El FBI detuvo a Butina el 15 de julio de 2018 por sus actividades ilícitas de representación política en EE.UU. entre 2015 y febrero de 2017. Esta causa es paralela y no está directamente vinculada a la instrucción del fiscal especial Robert Mueller sobre las injerencias de la inteligencia rusa en apoyo de Donald Trump en la campaña electoral de 2016.
A su salida, Butina, de 30 años, ha dicho en una conferencia telefónica con medios de comunicación que seguirá trabajando para mejorar las relaciones entre Moscú y Washington desde su país. Como parte de su condena, Butina tiene prohibida la entrada en EE.UU. durante los próximos 10 años.
Dos agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. la acompañarán en su vuelo de repatriación a Rusia.
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