Obama charla con Sarkozy y Cameron en una reunión del G-20 en 2011 REUTERS

Obama atribuye a Cameron y Sarkozy los errores en Libia

Del primer ministro británico dice que «se distrajo pronto», y del francés, que «quería promocionar a su país»

CORRESPONSAL EN WASHINGTON Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

David Cameron «se distrajo pronto con otras cosas» y Nicolas Sarkozy «quería promocionar a su país». Esta es el demoledor balance de Barack Obama sobre la intervención militar conjunta que llevó a destruir el régimen de Gadafi, pero que, seis años después, mantiene a Libia «sumida en el caos», según reconoce el presidente norteamericano. En una entrevista en la revista «The Atlantic», Obama muestra su decepción sobre la forma en que los entonces jefes de gobierno británico y francés lideraron las operaciones, y lo explicita así: «Esperaba mucho más de los europeos, teniendo en cuenta su proximidad al país y de que se trataba de una inversión de largo recorrido». Es su forma de salir al paso de uno de los puntos más discutidos de la política exterior del inquilino de la Casa Blanca, dada la difícil situación que vive hoy el país del norte de África.

Cameron «se entretuvo después con otra serie de cosas» Barack Obama

En una larga conversación sobre su legado en política exterior, que la revista estadounidense lleva a su portada bajo el título «Doctrina Obama», el presidente no tiene reparos en centrar la responsabilidad en los dos mandatarios europeos, encargados de liderar una operación que contó también con el apoyo de Estados Unidos. Sobre el primer ministro británico, roza la ironía cuando explica que Cameron «se entretuvo después con otra serie de cosas». Pero es en el caso de Sarkozy cuando la crítica se vuelve algo más ácida, al comentar que «se dedicaba a anunciar cada bombardeo que llevaba a cabo, a pesar de que ya habíamos destruido todas las defensas aéreas y prácticamente toda su infraestructura».

Lejos de replicar a las críticas, en un comunicado emitido por Downing Street, Cameron asegura que la situación de Libia en 2011 «era extremadamente complicada, y se hizo lo que se pudo». Y se muestra convencido de que «liberar a tanta gente de un régimen que torturaba a civiles inocentes fue una buena acción».

En un intento de quitar hierro, la Casa Blanca remitió ayer una nota en la que valora «profundamente» las aportaciones el primer ministro Cameron, a quien el presidente Obama considera «tan cercano como un compañero».

Ver los comentarios