La coalición de Gobierno: Gabriel (izquierda) Merkel y Seehofer
La coalición de Gobierno: Gabriel (izquierda) Merkel y Seehofer - REUTERS

Merkel y sus socios no se ponen de acuerdo sobre los refugiados

Uno de los puntos de fricción es la creación de zonas de tránsito en la frontera

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
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El vicecanciller alemán y ministro de Economía, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, abandonó ayer la ronda de negociaciones de la gran coalición alemana después de dos horas de conversaciones y con el rabo entre las piernas. Su negativa a la creación de zonas de tránsito para solicitantes de asilo en las fronteras alemanas, que permitan repatriar desde allí mismo a todos aquellos que no cumplen los requisitos que establece el derecho de asilo, no fue escuchada por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y el brazo bávaro de esta, la Unión Socialcristiana (CSU). Los máximos representantes de estas dos formaciones, la canciller Merkel y el presidente de Baviera, Horst Seehofer, permanecieron reunidos después del portazo de Gabriel y emitieron un comunicado anunciando su postura común sobre las zonas de tránsito y sobre nuevas restricciones al derecho de reagrupamiento familiar, que será retrasado en muchos casos hasta dos años.

El papel conjunto, titulado «Ayudar a personas necesitadas, ordenar y conducir la inmigración, asegurar la integración», auspicia la emisión de un «carnet de identidad» de refugiados, una intensificación de la colaboración con Austria y con Turquía y la aceleración de repatriaciones desde los puestos de control fronterizos, en lugar de la descentralización de los centros de acogida y registro que propone el Partido Socialdemócrata. Con este documento, Merkel conseguía apaciguar a la CSU, que había amenazado con resquebrajar la gran coalición si no era escuchada, y trasladaba la tensión al flanco socialdemócrata, ya que Gabriel había dejado claro que no a ceptará la implantación de zonas de tránsito en la frontera por considerar que serían en la práctica inmensas.

El portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, resumió el nuevo desequilibrio en el interior de la gran coalición anunciando que el jueves se celebrarán más reuniones que incluirán a los presidentes de los Bundesländer y que todavía quedan numerosos «puntos abierto» por resolver. La reacción del SPD estará sin duda marcada por el momento político que vive el partido, después de que Gabriel haya aclarado que quiere presentarse como candidato en las próximas generales y de que la secretaría general del partido vaya a quedar en manos de la hasta ahora diputada Katarina Barley, una decisión que Gabriel hará oficial hoy y que será ratificada en un congreso del partido en diciembre.

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