Los refugiados del Lifeline llegan a Malta para ser repartidos en ocho países

«Final único» para la odisea de la nave alemana con bandera holandesa Lifeline , de la homónima ONG, que en la tarde de ayer pudo desembarcar en Malta, después de permanecer en el Mediterráneo, en aguas internacionales, durante siete días, que se hicieron infinitos para los inmigrantes, entre ellos bastantes niños de corta edad. El primer ministro maltés, Joseph Muscat, confirmó que los 234 inmigrantes del barco serán distribuidos en ocho países : Italia, Francia, Bélgica, Irlanda, Luxemburgo, Portugal, Holanda y Malta. Serán acogidos solamente los que tengan derecho a solicitar asilo; el resto será repatriado. Hay que destacar que, por término medio, solo el 7 % de los sin papeles tiene derecho de asilo, porque en su gran mayoría se trata de inmigrantes por motivaciones económicas. «La Lifeline será confiscada para ser sometida a una investigación, porque el comandante ha ignorado las leyes internacionales», ha subrayado Muscat, quien agradeció la gestión del presidente de la Comisión europea, Jean Claude Juncker, autor de la propuesta de distribuir a los náufragos entre varios países europeos. Muscat precisó que la odisea de la Lifeline ha tenido «un final único», advirtiendo así que Malta no está dispuesta a compartir casos parecidos.

El presidente de Francia, Emmnanuel Macron , ha atacado a la ONG Lifeline, explicando también por qué el país acogerá algunas inmigrantes de la nave: «Debemos corresponder a nuestros principios, pero sin decir que todo es posible y que Europa es el nuevo Eldorado». «La Lifeline –añadió Macron- ha hecho el juego de los traficantes de seres humanos y no ha respetado las reglas ni a la Guardia Costera de Libia».

El gobierno italiano se muestra eufórico con la medida, por considerar que se trata de un «éxito nuestro» . «Yo he favorecido esta solución», ha dicho el jefe del gobierno Giuseppe Conte . Y el ministro del Interior, Matteo Salvini, se ha apuntado también de inmediato la victoria: «Es otro éxito del gobierno italiano: Después de años de palabras, en un mes llegan los hechos». Además, en referencia a la solución del caso de la nave Aquarius, que desembarcó en Valencia con 630 inmigrantes, Matteo Salvini , considera que se ha impuesto su nueva estrategia en política migratoria: «Estoy convencido de que si no hubiéramos actuado como lo hicimos (con el cierre de los puertos), ni Malta ni España hubieran hecho gran cosa. Por tanto, nuestra política ha servido para algo».