Maduro reprime la marcha de Guaidó para impedir que recupere la Asamblea Nacional

Las fuerzas militares y policiales chavistas lanzaron bombas lacrimógenas y disparos contra los manifestantes opositores

El líder opositor Juan Guaidó se une a simpatizantes durante los enfrentamientos con la Policía Nacional Bolivariana EFE

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Las fuerzas militares y policiales del régimen de Nicolás Maduro dispararon bombas lacrimógenas y perdigones contra los manifestantes opositores del presidente interino, Juan Guaidó , que ayer marchó por el centro de Caracas en dirección a la sede de la Asamblea Nacional. El Parlamento está actualmente en manos de los chavistas desde que se constituyó una Asamblea paralela, controlada por el gobierno.

El uso de la violencia impidió ayer que Guaidó -reconocido como presidente legítimo de Venezuela por 59 países- lograse su propósito, en su primera convocatoria de marchas tras su reciente gira internacional . Pero, según sus allegados, «la lucha no ha hecho más que comenzar». «Este es el comienzo de la movilización nacional, todos unidos, para cambiar la dictadura», dijo el propio Guaidó al comenzar la manifestación en la Plaza Juan Pablo Segundo en el municipio de Chacao, al este de Caracas.

A pocas manzanas de distancia, en la Plaza Morelos, y de manera improvisada, Diosdado Cabello , el número dos del régimen y presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, convocó la contramarcha oficialista denominada «Gran Marcha por la Paz» como acostumbra el chavismo para arañar espacios en los medios internacionales, pues los nacionales se encuentran censurados y bloqueados por internet.

La polémica de las dos marchas, la de Guaidó convocada desde hace un mes y la de Cabello apenas hace un día, es que el régimen controla los cuerpos policiales y militares. Bajo la excusa de la segunda fase de la «Operación Escudo Bolivariano» contra la supuesta invasión extranjera, el ejército venezolano militarizó Caracas desde este lunes pasado para intimidar a los opositores.

Los tanques y los soldados con sus ejercicios de despliegue, que sólo se han visto en Venezuela en las maniobras militares, tomaron las calles de Caracas y las principales ciudades del país. Pero su objetivo principal fue impedir la marcha de Guaidó que solo recorrió ayer un kilómetro desde la Plaza Juan Pablo II hasta la zona del Bosque en Chacaíto y no pudo llegar al palacio legislativo como era su objetivo.

Minutos antes de su desmovilización, Guaidó declaró que «la dictadura actúa de manera predecible. Sabíamos que nos enfrentaríamos al despliegue de lo único que les queda. Hagamos que cada policía, cada guardia, cada esbirro vea y escuche que somos más y vamos para encima y juntos».

Pliego Nacional de Conflicto

Al llegar a su manifestación en Chacao, el presidente encargado y líder del Parlamento aseguró que él y los diputados «iremos al frente para protegernos todos. No vamos a caer en provocaciones, el objetivo es reencontrarnos en las calles, como la mayoría que somos, y que la Asamblea Nacional apruebe el Pliego Nacional de Conflicto».

Las mismas restricciones de seguridad militar y policial se presentaron en las principales ciudades del país, que se hicieron eco de la llamada de Guaidó para protestar contra el régimen de Maduro y protestar en el Pliego Nacional de Conflicto contra los bajos salarios, la falta de servicios de agua, seguridad, luz, gas, telefonía, gasolina, comida y medicinas. Los diversos sectores y gremios sindicales protestaron por sus derechos .

Con un megáfono en mano y montado en el techo de una camioneta Juan Guaidó lanzó su discurso por el cambio. Se dirigió a los uniformados de la Policía Bolivariana: «Pónganse del lado de la Constitución, no sigan permitiendo ser cómplices de la dictadura. Es el momento de ponerse del lado del pueblo. Tienen una posibilidad. Los del régimen están desesperados y me lo han dicho sus superiores».

La manifestación de los chavistas tuvo lugar en la Plaza Morelos, situada a tres kilómetros de la avenida Universidad y de la esquina de San Francisco donde se encuentra el Palacio Legislativo en el centro de Caracas. Ningún cuerpo policial ni militar impidió el recorrido breve de los activistas rojos que fueron escoltados por los motoristas de los denominados «colectivos» armados chavistas.

Diosdado Cabello, muy satisfecho celebró eufórico que los militares hayan impedido a Guaidó llegar hasta la sede del Parlamento, de donde fue desalojado en enero pasado porque el oficialismo mediante la compra de diputados opositores vendidos nombraron a Luis Parra como presidente de una Asamblea ilegítima.

«Guaidó no llegó al Parlamento», fue el grito de guerra de Cabello. En su arenga política dijo que Guaidó prometió llegar a la sede de la Asamblea y no pudo. «Fue un engaño como también la quema de las computadores del Consejo Nacional Electoral, pero los comicios parlamentarios van», afirmó el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente que no ha sido reconocida por la comunidad internacional.

Minutos antes Freddy Bernal, exalcalde de Caracas y comisionado de Maduro del estado Táchira, aseguró que están por la paz y el amor pero «firmes para impedir a Guaidó no pasará». El dirigente chavista Darío Vivas, cuyo sobrepeso no pasa desapercibido, lanzó un discurso de odio y amenazas contra Guaidó y Donald Trump. «Aquí te vamos a fulminar, eres un amargado, ven acá a Caracas para que veas como te vamos a masacrar».

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