Los laboristas piden una investigación sobre las acusaciones de racismo contra la Familia Real

Johnson se posicionó a favor de Isabel II y se limitó a expresar que es «un asunto de Palacio»

La prensa británica, tras la polémica entrevista de los Sussex a Oprah Winfrey
Ivannia Salazar

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Las explosivas declaraciones de los duques de Sussex durante la entrevista con la presentadora estadounidense Oprah Winfrey han provocado una auténtica crisis en el Reino Unido. Las portadas de todas las grandes cabeceras del país volvían a llevar la noticia este martes, donde destaca el titular del 'Daily Mirror': «La peor crisis Real en 85 años». La polémica ha llegado incluso a las altas esferas políticas, con el Partido Laborista pidiendo que se investiguen las acusaciones de Meghan Markle y el Príncipe Harry sobre racismo en el seno de los Windsor, y el primer ministro Boris Johnson apoyando a la Reina.

El líder los laboristas, Keir Starmer, manifestó que las acusaciones sobre que el hijo de la pareja, Archie, habría sido discriminado por su color de piel incluso antes de nacer , así como sobre la falta de atención a la salud mental de Markle, que asegura que incluso pensó en suicidarse, «deben tomarse muy en serio». «Los problemas que Meghan ha planteado sobre el racismo y la salud mental son problemas realmente graves… son un recordatorio de que demasiadas personas experimentan el racismo en la Gran Bretaña del siglo XXI. Tenemos que tomarnos esto muy, muy en serio», aseveró Starmer, y añadió: «Nadie, pero nadie, debería tener prejuicios por el color de la piel o por los problemas de salud mental». «Esto es más grande que la Familia Real. Durante demasiados años hemos sido muy despectivos y hemos estado demasiado dispuestos a dejar estos temas a un lado», zanjó.

Johnson, sin embargo, se posicionó a favor de Isabel II al señalar que siente «la más alta admiración por la Reina» y «el papel unificador que desempeña en nuestro país y en toda la Commonwealth». Tras ser interpelado por un periodista sobre las denuncias hechas por los Sussex, que hace un año abandonaron su papel como miembros de la Familia Real y ahora viven en California, el 'premier' añadió: «He pasado mucho tiempo sin comentar sobre los asuntos de la Familia Real y no tengo la intención de apartarme de eso hoy». «Realmente creo que cuando se trata de asuntos relacionados con la Familia Real, lo que debe decir el primer ministro es nada , y precisamente nada es lo que pienso decir sobre este asunto», agregó tras ser presionado una vez más para que diera su opinión. Un portavoz de Downing Street detalló además que Johnson «no ha visto la entrevista» y al ser interrogado sobre si el primer ministro apoya la propuesta de investigación del Partido Laborista, se limitó a expresar que es «un asunto de Palacio». Cuando se le preguntó si es aceptable hacer preguntas sobre el color de la piel de un no nato, declaró que «no hay lugar en la sociedad» para el racismo.

En contra de la pareja se han pronunciado hasta el momento varias figuras del Partido Conservador, que consideran que con su aparición en televisión han «detonado un arma nuclear» contra la realeza, y Peter Goldsmith, miembro de la Cámara de los Lores muy cercano a la prometida del primer ministro y madre de su hijo, Carrie Symonds, escribió en un tuit: «Harry está haciendo estallar a su familia». «Toda familia es disfuncional de una forma u otra», concedió por su parte el diputado Michael Fabricant, quien consideró que todos los altos cargos tienen «pequeños secretos personales que querrán ocultar», ya que «todos somos humanos. Solo Su Majestad la Reina parece flotar desinteresadamente por encima de todo».

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