Hollande vuelve a homenajear a las víctimas del yihadismo en medio de una ola de patriotismo

Los Reyes han traído a Francia inmensos regalos de patriotismo nacional, con una larga estela de homenajes a las víctimas de los atentados terroristas de uno de los años más negros de la historia reciente. A las 10 de la mañana del martes, François Hollande, presidente de la República, y Anne Hidalgo, alcaldesa de París, comenzaron el primero de los homenajes nacionales, inaugurando con sencilla solemnidad la primera de las tres placas destinadas a recordar a las 17 víctimas de los atentados del 7, el 8 y el 9 de enero de 2015.

Tras una primera placa, ante la puerta del edificio donde estuvo la redacción del semanario satírico «Charlie Hebdo», Hollande e Hidalgo continuaron los homenajes en los lugares donde fueron asesinados un policía y varias víctimas, hace un año.

Esa primera conmemoración y recuerdo parisino tiene un eco profundo en toda Francia. En numerosas ciudades, grandes, medianas y pequeñas, se celebran ceremonias y homenajes de distinta naturaleza. Por su parte, todas las cadenas de radio y televisión públicas y privadas, compiten en la celebración cívica de los trágicos sucesos del mes de enero y los más recientes del 13 de diciembre.

Los homenajes nacionales culminarán en París, de nuevo, el domingo, donde la alcaldesa plantará un árbol, un roble de 10 metros de altura, en la plaza de la República, en el corazón de los atentados del 13D, uno de los lugares emblemáticos de la vida política francesa. Tras la ceremonia de la plantación de un árbol, un viejo rockero, Johnny Hallyday, entonará algunas canciones de recuerdo a las víctimas del terrorismo. Por su parte, un coro militar terminará las ceremonias entonando el himno nacional, «La Marsellesa», previsiblemente coreado por las decenas de millares de parisinos esperados en la plaza de la República, el domingo que viene.

Renacimiento del patriotismo

Muchos historiadores insisten en el «renacimiento» del patriotismo nacional, a raíz de las tragedias a repetición que ha vivido Francia, durante los últimos doce meses.

Pierre Nora, especialista emérito en lugares simbólicos del patriotismo francés, comenta: «La vuelta a los símbolos nacionales es algo visible y manifiesto. Apenas un detalle: se ha incrementado de manera espectacular la venta de banderas nacionales, que la gente cuelga en las ventanas y balcones de sus casas. La gran manifestación de unidad nacional, tras los atentados de enero, puso de manifiesto una suerte de despertar profundo del patriotismo. La tragedia más reciente del mes de noviembre pasado ha acentuado el despertar de un sentimiento palpable de patriotismo».