Holanda detecta a un espía ruso que quería infiltrarse en el Tribunal Penal Internacional
Pertenece al GRU y había sido aceptado como administrativo en la Corte que investiga los crímenes de guerra en Ucrania
El servicio de inteligencia holandés AIVD ha descubierto a un espía ruso que se hacía pasar por ciudadano brasileño para poder trabajar en la Corte Penal Internacional de La Haya . El espía ya había sido aceptado como administrativo en la institución internacional en la que probablemente se van a tramitar graves acusaciones de crímenes contra la humanidad cometidos por militares rusos en la invasión de Ucrania.
Aunque la información ha sido desvelada ahora por el jefe de AIVD, Erik Akerboom, el espía fue detenido en el aeropuerto de Amsterdam-Schiphol en mayo.
El hombre, identificado por el AIVD como Sergey Vladimirovich Cherkasov, de 36 años , trabaja para el servicio de inteligencia militar ruso GRU. Viajaba utilizando una identidad falsa con pasaporte brasileño a nombre de Viktor Muller Ferreira. A lo largo de los años el espía había construido una sofisticada identidad falsa dentro de los estratégicos sistema de formación de «ilegales» de Rusia, un programa de espionaje que se remonta a la Guerra Fría y ha sido revivido ampliamente bajo Vladimir Putin.
Expulsado del país como «extranjero indeseable»
El AIVD ha explicado en un comunicado que este tipo de agentes «ilegales» se caracterizan porque «han recibido un entrenamiento muy largo y extenso», y se considera poco frecuente que un oficial de inteligencia «de tal calibre» sea arrestado. «Los ‘ilegales’ son difíciles de identificar para las agencias de inteligencia porque usan un alias. De esta manera, a menudo pueden operar fuera del campo del radar durante mucho tiempo y continuar realizando actividades de inteligencia. Haciéndose pasar por extranjeros, los ilegales pueden acceder a información que sería inaccesible para un ruso».
En este caso, si el agente Cherkasov hubiera logrado instalarse en el Tribunal Penal Internacional habría tenido acceso a mucha información y contactos que según los servicios de seguridad holandeses «serían extremadamente interesantes para el GRU». El tribunal internacional está investigando actualmente posibles crímenes de guerra cometidos por soldados rusos en Ucrania.
Según la información oficial, la policía holandesa no detuvo al agente ruso que no llegó siquiera a entrar en el país, sino que se limitó a expulsarlo a Brasil, país del que procedía, como «extranjero indeseable».
