Guerrilla en el paso del Brennero entre Austria e Italia

Alta tensión en la frontera del Brennero entre Austria e Italia. Unos 500 manifestantes, muchos de ellos cubiertos con pasamontañas, han mantenido duros enfrentamientos con las fuerzas del orden. Cuatro agentes resultaron heridos, una docena de manifestantes fueron detenidos y un coche de la policía ha sido destruido. Los manifestantes, entre ellos grupos anarquistas y antisistema (black block, bloque negro) protestaban contra las medidas anunciadas por el Gobierno austriaco para eventualmente cerrar el paso fronterizo del Brennero con el fin de controlar el flujo de inmigrantes procedente de Italia. Durante horas se han visto escenas de guerrilla: Los manifestantes lanzaron bengalas y piedras y la policía respondió con lacrimógenos.

La línea ferroviaria internacional del Brennero se ha visto interrumpida por los enfrentamientos, así como el tráfico en la carretera.

Para garantizar el orden en el confín del Brennero se desplazaron numerosos fuerzas antidisturbios, tanto por parte italiana como austriaca. La manifestación había sido organizada por el ala más dura de los «No Borders» («No hay fronteras»), con la estrategia de una jornada de lucha bajo el lema «Eliminar las fronteras en el Brennero y en todas partes».

Desacuerdo y estupor

La tensión que rodea al paso del Brennero fue un problema que abordaron el primer ministro italiano, Matteo Renzi y la canciller Angela Merkel, en el encuentro que mantuvieron en Roma el pasado jueves. En la rueda de prensa, Renzi, que contó con el apoyo de la canciller alemana, manifestó que la decisión de Austria no está justificada porque no hay ninguna emergencia: «Hemos explicado nuestro desacuerdo y estupor por algunas posiciones de nuestros amigos austriacos sobre el Brennero, pero son anacrónicas y van contra la lógica y la historia. Además, el Brennero es más que un confín, es un símbolo».

Para rebajar la tensión, hoy el ministro austriaco del Interior, Wolfgang Sobotka, ha hecho esta declaración: «No será construido ningún muro en el paso del Brennero y la frontera no será cerrada». Tras subrayar que «Alemania efectúa controles en la entrada hacia Austria», el ministro se ha preguntado: «¿Por qué Austria no puede hacerlo con Italia? Si Italia hace sus deberes no servirán ni siquiera los controles». El problema está en que Austria no se fía de Italia, país que en el pasado ha sido criticado por fracasar en una identificación apropiada de los inmigrantes que llegan a sus costas, facilitando que salgan de territorio italiano con destino a otras naciones europeas.