François Fillon, mano de hierro con guante de seda

El programa del ex primer ministro es el más rupturista de la derecha: moderado en la forma, pero muy duro en el fondo

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François Fillon (62 años) fue el primer ministro fiel durante todo el mandato presidencial de Nicolas Sarkozy, entre 2007 y 2012. La pareja vivió un idilio sin precedentes. Ningún otro primer ministro de ningún presidente consiguió sobrevivir a un mandato presidencial completo.

Esa fidelidad obedecía a una complicidad de fondo. Y a una capacidad de adaptación camaleónica. Fillon se tragó muchas «culebras», pero sobrevivió. Y Sarkozy nunca ha podido reprocharle ninguna infidelidad.

Cuando la derecha francesa decidió elegir a su candidato a la presidencia a través de la convocatoria de elecciones primarias, Fillon estimó que, al fin, había llegado su hora.

Históricamente, las derechas francesas habían elegido a sus líderes a través del procedimiento bonapartista de la proclamación cesarista.

Abandonada esa vieja tradición, Fillon creyó que podría aspirar al liderazgo supremo defendiendo el programa electoral que Sarkozy no llegó a cumplir: «la ruptura con los inmovilismos de izquierdas y de derechas».

Sarkozy fue elegido presidente con esa promesa de ruptura. Nadie conoce mejor que Fillon los detalles prácticos de la «traición» y abandono de tal ruptura no consumada.

El programa de Fillon es el más rupturista de la derecha: moderado en la forma, pero muy duro en el fondo. Esa táctica de la mano de hierro con guante de seda es su estrategia.

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