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Erdogan acusa a Europa de comenzar una «cruzada» contra el islam

También arremetió contra Holanda: «Rutte quizás has ganado las elecciones, pero has perdido la amistad de Turquía», ha asegurado

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Si la retórica habitual del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, tiene fama de inflamatoria, sus discursos previos a una cita electoral que podría aumentar sus poderes ejecutivos prometen no dejar indiferentes a nadie. Y así está siendo.

«Han empezado una cruzada, no hay otra explicación. Europa se acerca a los tiempos de antes de la II Guerra Mundial», clamó ayer en un mitin en la ciudad de Sakarya, en el noroeste de Turquía.

Erdogan volvió a mostrar su empeño en no dejar atrás la crisis diplomática abierta con Holanda, país al que volvió a calificar de «fascista».«Rutte [refiriéndose al primer ministro neerlandés], quizá hayas ganado las elecciones, pero has perdido la amistad con Turquía», señaló.

No obstante, el recital de ayer del presidente tuvo a Alemania como principal objetivo de su ira.

Erdogan acusó a Berlín de dar cobijo a militantes del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), organización considerada terrorista por la Unión Europea y los Estados Unidos. Según sus palabras, Ankara ha enviado documentos de 4.500 sospechosos, pero las autoridades germanas no han tomado ninguna acción.

El líder islamista también tuvo tiempo para referirse a Deniz Yücel, el periodista con nacionalidad turca-alemana, quien se encuentra desde el mes pasado en prisión preventiva a la espera de juicio. «Ellos habían escondido a un espía y terrorista en su residencia diplomática. Entonces la canciller alemana [Angela Merkel] me pidió que lo liberara». Erdogan en estado puro. «En Turquía el proceso judicial es libre y no depende de mi voluntad, y tienen que entender que no pueden sacarlo fuera de la Justicia turca».

Referéndum

El país eurasiático se encamina hacia un referéndum que, el 16 de abril, determinará si se cambia la Constitución a favor de dar a Erdogan más poder ejecutivo y mayor influencia sobre el judicial.

A medida que se acerca la fecha y el voltaje de sus discursos aumentan, los líderes europeos muestran su preocupación. Tanto Merkel como François Hollande, presidente francés, calificaron ayer de «inaceptables» las comparaciones hechas con el nazismo y otras declaraciones «agresivas» expresadas por Turquía en referencia a varios países de la Unión Europea, entre ellos Alemania y Países Bajos.

Berlín y la Haya decidieron prohibir la celebración de mítines electorales por parte del Gobierno turco en sus territorios, mientras que París optó por permitirlos. El resultado ha sido que Erdogan ha mantenido a Francia fuera de sus ataques verbales. Por lo menos por ahora.

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