Desertan tres diputadas «tories» y se unen a los exlaboristas del Grupo Independiente

Heidi Allen, Anna Soubry y Sarah Wollaston presentaron a primera hora de ayer su dimisión a su ya exjefa, Theresa May

Las exdiputadas conservadoras posan junto a sus colegas del Grupo Independiente EFE

Iván Alonso

Primero le tocó al Partido Laborista y ahora es el Conservador el que vuelve a sufrir los estragos que está causando el Brexit. Ambas formaciones se han resquebrajado en los últimos días y han vuelto a poner de manifiesto que el proceso de salida de Reino Unido de la UE les ha dividido de una forma que parece irreparable. Ayer, tres diputadas «tories» abandonaron el partido para unirse al nuevo Grupo Independiente, una formación creada esta misma semana reuniendo a los diputados centristas y moderados de ambos bandos y que ahora está formada por ocho exdiputados laboristas y tres exdiputados conservadores, once en total, lo que le hace la cuarta fuerza -empatada con los liberales demócratas- en la Cámara de los Comunes.

Heidi Allen , Anna Soubry y Sarah Wollaston presentaron a primera hora de la mañana su dimisión a su ya exjefa, Theresa May. Justificaron su decisión por la «desastrosa gestión del Brexit que la primera ministra ha llevado a cabo en las últimas semanas.

En la carta en la que estas tres diputadas proeuropeas y del sector más moderado «tory» anunciaban su partida, achacaban a la «premier» no haber « atajado las divisiones » creadas por el proceso de salida de Reino Unido de la UE tanto en la sociedad británica como en su formación.

El párrafo más contundente era, sin duda, en el que insitían en que el partido conservador es ahora «prisionero» y está «secuestrado» por los unionistas de Irlanda del Norte -principal socio de Gobierno de May- y por el sector más euroescéptico de los «tories», el conocido como ERG (European Research Group), liderado por el radical eurófobo Jacob Rees-Mogg.

«El país se merece algo mejor . Creemos que hay un fracaso de la política en general», aseguraban en la misiva, en la que también solicitaban un cambio y una reforma «urgente y radical».

La cara más conocida entre estas tres diputadas es Anna Soubry, cofundadora junto al exlaborista y ahora compañero de partido Chuka Umunna de una campaña -«People’s vote», «El voto de la gente»- que pide la celebración de un nuevo referéndum . Esta parlamentaria fue noticia a principios de año porque sufrió distintos episodios de acoso verbal por miembros de la extremaderecha y de partidarios del Brexit en Westminster.

Sin embargo, las tres diputadas no cortaron lazos del todo con el Gobierno y señalaron que habrá momentos en los que apoyarán al Ejecutivo de May. Especialmente, dijeron, en las cuestiones relacionadas con el fortalecimiento de la economía , la seguridad y la mejora de los servicios públicos.

Más dimisiones a la vista

La escisión en su partido le pilló a la primera ministra británica a punto de subir en el avión para viajar a Bruselas camino de su enésima reunión con el presidente de la UE, Jean-Claude Juncker . May expresó su «tristeza» por la decisión de sus ya excompañeras. Sin embargo, el problema para la primera ministra podría ser mucho mayor, ya que la prensa inglesa apunta a que estas fugas no podrían ser las únicas. Más diputados conservadores e, incluso, algún miembro del Gabinete de May, se estaría planteando desertar del partido en los próximos días.

Mientras, en el Partido Laborista continúa sangrando la herida de las deserciones. Los siete diputados que abandonaron la formación el lunes no han sido los únicos, y otra de sus parlamentarias, Joan Ryan, también rompió filas y se unió al Grupo Independiente . Ryan esgrimió el «sesgo antisemita» del líder del principal partido de la oposición, Jeremy Corbyn, para justificar su dimisión. Ryan, exmiembro del gabinete de Tony Blair y presidenta del grupo Amigos de Israel, dejó atrás casi cuatro décadas de militancia laborista, atacando a su exlíder y a la «camarilla estalinista que le rodea» de hacer al principal partido de la oposición una fuerza «institucionalmente antisemita».

La crisis de los dos principales partidos de la oposición ha desembocado en una formación centrista, este Grupo Independiente, que no descarta que más diputados se unan a él en los próximos días. Lo que está claro es que, al ser ya la cuarta fuerza más importante en la Cámara de los Comunes, será clave en las votaciones decisivas que el Parlamento afronte en los próximos días referidas al proceso de salida de Reino Unido de la UE.

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