Bruselas insiste en que no se harán cambios en el acuerdo del Brexit

Tusk se reunió con el negociador europeo, Michel Barnier, para intentar poner en orden la situación, pero siempre partiendo de la base de que el contenido del Tratado no se va a modificar en ningún caso

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«Trataremos de ayudar a May cuando sepamos qué quiere». La frase es de un diplomático europeo que ha estado preparando la cumbre que empieza hoy y a la que la primera ministra británica Theresa May viene para pedir un gesto a sus colegas del Consejo Europeo. May ya estuvo el martes en Bruselas y se reunió con el presidente del Consejo Donald Tusk y el de la Comisión, Jean-Claude Juncker , pero al parecer tampoco fue muy claro respecto a qué necesita exactamente para endulzar el pacto de Retirada ante el Parlamento. Ayer, Tusk se reunió con el negociador europeo, Michel Barnier, para intentar poner en orden la situación, pero siempre partiendo de la base de que el contenido del Tratado no se va a modificar en ningún caso.

Pero por ahora tampoco se habla de una declaración aclarativa o una fórmula de explicación que pudiera compararse con lo que pasó con las dudas de España respecto al futuro de Gibraltar. Otro diplomático bromeaba que lo único que se podría hacer es añadir un documento «en el que se recoja que el Tratado dice lo que dice el Tratado» porque poco más espacio de intepretación queda.

Así las cosas, sin «sherpas» que negocien a la carrera en el pasillo, lo único que se ha previsto es que May les dirá a los demás jefes de Estado y de Gobierno cual es su posición y cuales sus peticiones, y estos discutirán sobre ello (sin May) después de cenar, lo que significa que cualquiera que sea lo que decidan no será nada que pueda ser interpretado como un cambio radical sobre el contenido del acuerdo de Retirada ni específicamente sobre la fórmula de salvaguardia que se ha previsto entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido para el caso en que sus relaciones futuras con la UE pusieran en peligro el mercado interior.

Es difícil saber si algo así servirá para lo que May lo necesita, que es para garantizarse que el Tratado se apruebe en Westminster. De hecho, ayer aún no se sabía si vendría o no en funciones. La verdad es que en Bruselas -y en esta cumbre se ha visto más que nunca- el Brexit ya se ha convertido en una verdadera lata.

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