A bordo del hospital flotante que socorrerá a los venezolanos

El USNS Comfort, con 1.200 marineros a bordo, zarpa hacia el Caribe para atender durante cinco meses a las víctimas de la crisis humanitaria

David Alandete

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El barco hospital USNS Comfort zarpó el viernes de madrugada de la base naval Norfolk, aquí en Virginia, con 1.200 marineros a bordo que pasarán cinco meses en el Caribe y el Pacífico para responder a la mayor crisis sanitaria que ha vivido el continente americano, provocada por el éxodo masivo de venezolanos. Se trata de la primera misión por razones humanitarias de las fuerzas armadas norteamericanas desde que Juan Guaidó se proclamó presidente encargado de Venezuela y después del fracaso del intento de introducir alimentos y material médico en febrero.

El Comfort no es cualquier buque de la Armada. Fletado en 1975, ha sido utilizado como hospital militar para algunas de las mayores misiones armadas de EE.UU. en la historia reciente, como las dos guerras de Irak, y para catástrofes humanitarias como el huracán Katrina. Aunque ya fue enviado a tratar a civiles en América Latina en 2009, 2011, 2015 y 2018, esta misión es diferente. Primero, porque la Casa Blanca pidió que se preparara en un tiempo récord de apenas cinco semanas para atender sobre todo a enfermos entre los casi cuatro millones de refugiados venezolanos en la zona. También porque durará más que las anteriores, cinco meses en total.

Aunque a bordo del buque hay plantas donde pueden tratarse todo tipo de especialidades, uno de los capitanes en el barco advierte de que los refugiados e inmigrantes que tratarán llevan tanto tiempo sin recibir atención médica primaria que deberán centrarse en dolencias básicas. «Debemos comenzar por la atención primaria, incluso operando de cosas tan mundanas como cataratas», asegura a ABC el capitán Kevin Buckley , que está al mando del ala hospitalaria del navío. «Es cierto que en el pasado hemos detectado enfermedades graves, como cánceres, pero tenemos poco tiempo y poco margen de maniobra para tratarlas», añade.

El navío, que de forma excepcional ha abierto a algunos medios como ABC la Armada de EE.UU. es un gigantesco hospital con camas para 1.000 pacientes, 40 ‹boxes› de urgencias, 12 quirófanos y una unidad de cuidados intensivos con 80 camarotes. A diferencia de otros buques militares, tiene tres ascensores, con los que transporta a los pacientes en camillas al área central, donde se notan menos las oscilaciones. En esta misión se utilizará sólo parte de las camas disponibles, pero sí se permitirá pernoctar en el barco a los pacientes que lo necesiten. El coste estimado de este despliegue, que corre a cargo del presupuesto del Pentágono, supera con creces los 150.000 euros diarios.

Los capitanes al mando del barco son muy cuidadosos a la hora de referirse a los refugiados venezolanos porque ésta no es una ayuda que haya pedido ni acepte el régimen de Nicolás Maduro, que ya en febrero cerró los accesos a camiones de ayuda humanitaria. Por eso estos soldados simplemente explican su misión como una respuesta a una emergencia migratoria activada por la petición de sus socios en el Grupo de Lima, en especial Colombia y Ecuador. Es posible que Perú solicite también la visita del USNS Comfort en los próximos días, según fuentes militares.

Llamadas de emergencia

«Es un hecho que muchos de estos países tienen un grave problema de inmigración a través de sus fronteras», explica el capitán B.J. Diebold, comandante de esta misión. Para apoyar a los uniformados estadounidenses, el Comfort recibirá a enviados de las fuerzas armadas de aliados como Canadá, México, Brasil y Australia y a 100 civiles de organizaciones no gubernamentales. «El plazo para poner en marcha esta misión ha sido muy corto y ha sido complicado para muchos de ellos zarpar desde Norfolk, por lo que los iremos recibiendo en otros puertos», añadió.

En un contexto de extremada volatilidad en la crisis venezolana, el Comfort es uno de los buques más versátiles de los que dispone la Armada norteamericana. En 2016 se puso en marcha en apenas 48 horas, todo un récord mundial, para responder a la llamada de emergencia de Haití tras el paso del Huracán Matthew. El responsable de la logística es el capitán David Murrin, el contramaestre, quien explica que la prioridad en esta misión será «atracar el barco en puntos en que sea seguro atender a estos pacientes». Él supervisará el cruce del canal de Panamá.

En cada puerto, el Comfort pasará 10 días tratando en total a 5.000 pacientes en cada uno de ellos.

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