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Matan a sus padrastros, los descuartizan y los echan a los perros en Argentina

Los dos hermanos gemelos, que estaban emparejados, lo hicieron como consecuencia de los supuestos maltratos sufridos

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Argentina no sale del espanto. Dos hermanastros, que estaban emparejados, mataron a sus padres, los descuartizaron y arrojaron los restos a los perros.

Leandro Acosta, de 22 años y Karen Klein, de 25, han sido identificados como los parricidas que, de un balazo en la cabeza, le quitaron la vida a la madre del primero y al padre de ésta última.

Se trata de Ricardo Klein, albañil de 54 años casado en segundas nupcias con Miryam Kowalczuk, ama de casa de 50. El matrimonio vivía en la localidad de Pilar, cinturón de Buenos Aires, con sus hijos y los mellizos de 11 años. El presunto maltrato a los niños sería la excusa que puso la parricida, la única que confesó el doble asesinato, para justificar el crimen.

El pasado día 9 su novio/hermanastro y ella denunciaron a las víctimas por maltratar a Ignacio y Stefanía, los mellizos. Entonces, dijeron que sus padres se encontraban de viaje pero… ya estaban muertos. La Policía sospecha que detrás de esa versión había intereses económicos y rencores familiares.

Karen y Leandro, —según informa la prensa local— después de disparar a sus padres, trocearon sus cuerpos y los distribuyeron: una parte la arrojaron a los seis perros de la casa con jardín en la que residen y otra la echaron a la hoguera donde quedaron, prácticamente, calcinados.

Los agentes que registraron la vivienda utilizaron luminol, un elemento químico de contraste que hace visible los restos de sangre. De este modo, supieron donde se había producido el doble crimen. Tras revisar los alrededores y la zona donde comen los animales, hallaron restos de huesos humanos que pertenecían al matrimonio.

La ausencia desde principios de mes de la pareja fue advertida por los vecinos que recibieron diferentes excusas de Leandro y Karen. Los jóvenes, enamorados desde hace cuatro años, tiempo que sus padres unificaron las familias, convivían junto con ellos en una parcela de las tres que poseía el albañil jefe aunque únicamente habitaban una.

La persona que dio la voz de alarma fue el hermano de Ricardo al presentar la denuncia a la policía la semana pasada. Lo hizo después de que no pudiera comunicarse con las víctimas y su sobrino no le permitiera entrar en la casa. Este sábado los agentes detuvieron a los presuntos asesinos. Antes se incautaron de una pistola Bersa y 50 balas de nueve milímetros. El arma homicida.

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