Suspendidos los trenes entre Dinamarca y Alemania para frenar a los refugiados

El Gobierno de Copenhague cierra una autovía con el país vecino y reafirma que no acepta el reparto obligatorio de Bruselas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las autoridades danesas han cerrado una autovía que une el país con Alemania después de que unos 300 refugiados, incluidos niños, hayan cruzado por la misma hacia el país. Asimismo, la empresa estatal ferroviaria danesa DSB ha informado de que no están circulando los trenes entre los dos países debido a los controles excepcionales de pasaportes en la frontera.

Una vez conocida la nueva propuesta de reparto de la Comisión Europea, el Gobierno danés ha reafirmado que no participará en esa distribución, según ha anticipado un portavoz de Venstre, el partido conservador que ganó las elecciones el pasado mes de junio. “Está claro que hay una necesidad de encontrar soluciones comunes en Europa para una mejor distribución de estas personas, pero, dicho esto, Dinamarca ya ha tomado su parte de responsabilidad y continuará haciéndolo.

No nos preocupan las cuotas”, explicó Elleman Jensen a la prensa local.

Dinamarca tiene una cláusula opt-out (de exclusión) en asuntos internos y de justicia en relación con la Unión Europea, por lo que las políticas de asilo e inmigración son fijadas por el propio país. Sin embargo, el portavoz ha abierto la puerta a la posibilidad de que el país acepte más refugiados después de la reunión de ministros de Interior europeos que se celebrará el lunes en Bruselas. “Si desde el punto de vista danés, la distribución nos parece razonable, decidiremos cuántos refugiados más aceptamos”, añadió.

Desde el pasado domingo más de 800 refugiados sirios han llegado al país procedentes de Alemania con la intención de alcanzar Suecia, donde muchos de ellos aseguran tener familiares. Tras unas primeras horas caóticas en las que escaparon al control policial y emprendieron viaje a pie hacia la frontera sueca, el gobierno danés ha optado por devolverlos a Alemania o retenerlos a la espera de que las autoridades suecas decidan si les acogen. Los refugiados no desean ser registrados como demandantes de asilo por Dinamarca, ya que la política de este país es mucho menos generosa que la que se aplica en Suecia, especialmente la que afecta a la reunificación familiar, los subsidios o los permisos de residencia.

“Estas personas no quieren pedir asilo en Dinamarca y, por tanto, están ilegalmente en nuestro país. Han sido deportados y tienen prohibido entrar en los próximos dos años”, afirmó en un reciente comunicado oficial la policía de la isla de Lolland, al sur de país y lugar de entrada de este flujo de emigrantes. Suecia, mientras tanto, espera un gesto de generosidad de la vecina Dinamarca que ayude a paliar la angustia de estos refugiados.

Ver los comentarios