El presidente de Sudán, Omar Al-Bashir
El presidente de Sudán, Omar Al-Bashir - reuters

La Justicia sudafricana ordena el arresto de Al Bashir por crímenes contra la humanidad

El presidente de Sudán ha llegado a Jartum, la capital de su país, procedente de Sudáfrica

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El Tribunal Superior asegura que la negativa del Gobierno de Sudáfrica a arrestar a Al Bashir va en contra de la Constitución del país. El Ejecutivo de Pretoria confirmó que el presidente de Sudán, buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad, dejó el país, y asegura que investigará cómo abandonó suelo sudafricano pese a una orden judicial que le impedía regresar a Jartum.

El presidente del Tribunal, DunstanMlabo, dio siete días al Gobierno para que envíe su informe sobre las irregularidades cometidas que permitieron la salida de Bashir del país. El mismo tribunal dictó el domingo una orden para prohibir al jefe de Estado de Sudán salir de Sudáfrica. Sin embargo, el jet de la delegación de Sudán, que partió al medio día de la base militar de Waterkloof en Pretoria, ha llegado ya a Jartum, capital de su país.

La salida de Al Bashir puede traer consecuencias legales para el Gobierno de Jacob Zuma. En primer término afectará a los funcionarios de inmigración que permitieron a Al Bashir embarcar, y en último término, a los responsables políticos del departamento de Interior.

El Gobierno sudafricano defendió que el presidente de Sudán gozaba de inmunidad diplomática tras emitir una disposición otorgando este estatus a todos los asistentes a la cumbre de la Unión Africana, que se celebra en el distrito financiero de Sandton, en Johannesburgo.

El juez decidió finalmente apoyar las tesis del Centro de Litigio de África Austral (SALC) que considera que los compromisos de internacionales de Sudáfrica y la propia legislación local primaban sobre la decisión del Ejecutivo.

EL SALC ganó la batalla legal, pero fracasó de facto en su intento de llevar a Al Bashir ante la Justicia debido a la partida del presidente de Sudán antes de que se emitiera la decisión final.

La presencia de Al Bashir amenaza con dañar la reputación exterior del país. Sudáfrica incumplió su compromiso con la Corte Penal Internacional, pero el arresto de Al Bashir habría enfrentado al país anfitrión con los líderes de la Unión Africana, invitados expresamente a la cumbre.

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