Rousseff no cumple su meta de la dieta

Llegó el día de la investidura de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y con ella, el fin de la curiosidad sobre cuántos kilos había perdido en un mes con la dieta del endocrinólogo argentino Máximo Ravenna, médico muy de moda en Brasilia. Rousseff apareció visiblemente más delgada, pero no con los 13 kilos menos que se había prometido a ella misma, un número que además de ser una buena cantidad de peso, de ser para unos de mala o de buena suerte, es el de su Partido de los Trabajadores (PT).

Durante un mes, Rousseff siguió una estricta dieta, que consistía en tomar una sopa caliente, como entrada, para ayudar a saciar el apetito, cortar harina blanca, dulces y los carbohidratos.

La presidenta también volvió a las caminatas, que había dejado durante la dura campaña electoral del año pasado.

El vestido en formato triangular, diseñado por Luisa Stadtlanter, estilista de Río Grande do Sul, estado en el que vivía Rousseff, tampoco ayudó mucho a mostrar la nueva silueta presidencial. El vestido claro, estilo nude y romántico, con manga tres cuartos, que es su favorita. La estilista también diseñó el modelo de su primera investidura, en 2011, y la mayor parte de las ropas que visten a Rousseff.

La prensa brasileña, que comentó por dos semanas el peso, dio detalles de la dieta Ravenna y la lista de las golosinas que la presidenta estaba evitando, se quedó muda sobre el esperado resultado. Apenas un diario especuló que tal vez hubiera perdido unos 5 kilos. Ya los internautas se dividieron entre los críticos y los admiradores, con comentarios, chistes e interpretaciones sobre la nueva figura.

«Oí decir que Dilma estaba de dieta, pero sólo si fue una dieta para engordar», se burló un internauta en el twitter. «Mi única opinión sobre la toma de mando es que la dieta no sirvió de nada», comentó otro. «La dieta de Dilma está como la mía, no adelgaza nada», señaló otro. Los admiradores y militantes del PT la elogiaban. «Dilma, pásame tu dieta porque estás linda», decía uno. «Dilma sellando (con broche de oro) en la pose», fue coro en una hashtag.

Rousseff apareció por primera vez de cuerpo entero, desde que la prensa local comenzó a comentar la dieta. En un Rolls Royce descapotable al lado de su hija, Paula. Su ropa y su maquillaje fueron elogiados. El maquillador, Celso Kamura, que es también responsable por el corte de cabello que le cambió y le rejuveneció la imagen a Roussef en 2010, ya ha dicho públicamente, que se inspiró en la estilista venezolana, Carolina Herrera.