Policías de Hong Kong vigilan el campamento de Occupy en Mongkok
Policías de Hong Kong vigilan el campamento de Occupy en Mongkok - reuters

«China corre el riesgo de tener como enemigo a toda una generación»

Uno de los líderes estudiantiles de la plaza de Tiananmen visita el campamento de Occupy en Hong Kong

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El campamento de Admiralty, centro neurálgico de las protestas que por trigésimo sexto día ocupan varias de las principales calles de Hong Kong recibió en la noche del domingo una visita muy especial. Zhou Fengsuo, uno de los líderes estudiantiles chinos que en 1989 encabezaron la revuelta que terminó en el sangriento enfrentamiento con el ejército en la plaza de Tiananmen, pasó la noche en una de las tiendas, como un manifestante mas a favor de la democracia en Hong Kong.

Las comparaciones son inevitables, aunque nadie espera un desenlace como aquel. «Mucho de lo que veo es completamente nuevo para mí, pero, en cierto modo, me recuerda a lo que pasó hace veinticinco años. Es triste que tanto tiempo después China todavía sea un régimen totalitario en el que no existe libertad política, pero tengo la esperanza de que esta generación pueda dar un paso al frente y crear su propio futuro» comentó un emocionado Zhou Fengsuo.

Para el activista chino, el movimiento ya es un éxito, especialmente por el gran seguimiento que ha tenido, y por el carácter, mayoritariamente pacífico de las protestas, pero también es consciente de que la ocupación no puede durar para siempre. «Es necesario que el movimiento encuentre un mecanismo que permita el final de la ocupación, Eso le dotará de mayor fuerza».

Movimientos sin líder

También encontró cierto paralelismo con el movimiento de hace veinticinco años en el hecho de que no existe un líder como tal. «A mí nunca se me consideró un líder. Sólo cuando mi nombre apareció en la lista de personas mas buscadas por el Régimen se me empezó a calificar así. En realidad, la mayor parte de las personas que nos juntamos para protestar en 1989 seguían sus propios ideales mucho mas que a cualquier líder, y en ese sentido lo que está sucediendo en Hong Kong en la actualidad es similar». Sin embargo advirtió que la pluralidad de comunidades e ideales que forman la ocupación puede comprometer su éxito. En un movimiento a gran escala como este, siempre hay posturas moderadas y mas radicales, y los manifestantes deben superar sus diferencias tanto en el modo como en el objetivo final. «En temas políticos, hay que ser flexibles y pragmáticos a la hora de marcarse una meta».

La lucha por la democracia tuvo en China un abrupto final con la matanza de Tiananmen. «La gente pasó por una experiencia muy dura. No se podía hablar del tema, y muchos se vieron obligados a rechazar las protestas por miedo». Zhou no cree que eso vaya a pasar en Hong Kong. Aquí la sociedad tiene mas medios para mantener viva la memoria y los ideales. Además aseguró que los lideres estudiantiles de Hong Kong son «mucho mas maduros de lo que lo éramos nosotros hace veinticinco años y no cometerán los mismos errores».

En su opinión, tanto el Gobierno de Hong Kong como el presidente chino Xi Jinping están cometiendo un grave error siendo tan estrictos y tan poco razonables ante las solicitudes de los manifestantes. «Ambos corren el riesgo de convertirse en el enemigo de toda una generación, la misma que, en veinte o treinta años, decidirá su futuro cuando llegue el momento de adherirse de forma definitiva a China» declaró.

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