Enrique Iglesias confiesa sus secretos mejor guardados

Enrique Iglesias , de 46 años, está más de actualidad que nunca y es que el hijo de Isabel Preysler y Julio Iglesia lanza este 17 de septiembre su disco 'Final', un trabajo que, sin embargo, no significa su marcha de la música aunque si será su último álbum completo como el propio cantante confirmó en su visita virtual a 'El Hormiguero' de Pablo Motos.

En una divertida entrevista, el hermano de Tamara Falcó contó algunos aspectos de su vida personal de cuando era niño «Yo era tremendo cuando era pequeño, mi hijo me recuerda mucho a mí. Yo tiraba petardos por la calle, una vez le tiré una lagartija a un coche con la ventana abierta, perseguí a una niña con un spray de caca, eso sí, ella me dió un raquetazo que tuve que ir al hospital a que me pusieran puntos».

Enrique, que confesó haber sido muy mal estudiantes, tenía clara cual era su vocación, quería seguir los pasos de su padre como cantante. Fue muy tímido hasta los 18 que empezó a ser famoso por sí mismo «De los 18 a los 20 me lo pasé muy bien» recordando una fiesta en la mansión de Playboy a la que acudió con unos amigos «lo más fuerte que he visto en una fiesta... había un jacuzzi enorme... Y creo que me voy a callar».

Sobre su manera de prepararse para subir al escenario, el cantante desveló uno de los secretos mejor guardados y que hasta ahora no había hecho público «Me tomo un poco de vodka , me gusta estar solo y visualizar lo que va a suceder, todavía me sigo poniendo nervioso y siempre pienso que es el último show».

Enrique Iglesias que vive en Miami desde los 6 años comparte su vida con la ex tenista Anna Kournikova con quien llevan dos décadas y junto a la que ha formado una familia discreta. La pareja y sus tres hijos -Lucy, Nicholas (que en diciembre cumplirán 4 años) y Mary de 1- viven en Bay Point, una de las islas más lujosas y exclusivas de la bahía de Miami. La pareja se conoció cuando la tenista participó en el vídeo «Escape». Aunque aquello fue un bombazo, su amor cuajó de una manera relajada. La archifamosa Kournikova, la tenista que parecía comerse el mundo con sus declaraciones explosivas, fue haciendo mutis por el foro mediático sin desaparecer del todo.