Evento gastronómico

ABC y Mahou descubren el maridaje cervecero perfecto

La sede de Vocento en Madrid acogió ayer una cata de cervezas de la mano del crítico gastronómico Carlos Maribona y el 'beer sommelier' Julio Cerezo

En imágenes: así fue la cata de cervezas Mahou en ABC

Julio Cerezo, 'beer sommelier' durante la cata de cervezas Mahou celebrada en ABC José Ramón Ladra
Adrián Delgado

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Romper los esquemas, salir de la costumbre y aventurarse a probar nuevas formas de acompañar la gastronomía. En esta ocasión, con la gama cervecera española más premiada del mundo. Esa fue la propuesta conjunta que ABC y Mahou materializaron este miércoles 16 de junio durante una cata muy especial en la que Carlos Maribona, crítico gastronómico del diario, y Julio Cerezo , 'beer sommelier', guiaron a ocho privilegiados asistentes y sus acompañantes tras lograr su plaza en un concurso celebrado la semana pasada en la web de ABC Gastronomía .

El encuentro, que tuvo lugar en las cocinas profesionales con las que cuenta la sede de Vocento , puso en valor la excelencia y la calidad de las cervezas españolas más reconocidas internacionalmente. Una propuesta integral que demostró que esta bebida no es solo para el tapeo y que es posible maridar diferentes tipos de cervezas con cualquier gastronomía: desde aperitivos hasta postres.

La selección realizada por Cerezo planteó un abanico de posibilidades para disfrutar de ella en cada plato, mostrando que se puede aprender de una forma fácil y divertida a través de una experiencia sorprendente como esta. «La cerveza es una amiga cercana a la que, sin embargo, tenemos alejada de las experiencias gastronómicas», explicó el 'beer sommelier'.

El chef Álvaro Verdú, durante la preparación del menú que acompañó la cata de cervezas Mahou en ABC José Ramón Ladra

El recorrido gastronómico llegó de la mano del chef Álvaro Verdú –que ha pasado por los fogones de Horcher o Club Allard, entre otros célebres restaurantes–, quien cocinó en directo para los asistentes. Platos armonizados con cada una de las cervezas elegidas dentro de la amplia gama de Mahou. «La gran variedad de estilos cerveceros y sus diferentes matices hacen de ella una bebida ideal para acompañar y mejorar cualquier cocina, ya sea tradicional o de vanguardia, local o internacional, sencilla o sofisticada», defiende el joven cocinero que forma parte del equipo de Sabeer, la Academia de la Cerveza, un espacio para la difusión de la cultura cervecera en Madrid.

Abrió la cata un aperitivo con Mahou 0,0 Tostada, un bombón de 'foie' –el favorito de los asistentes– y una galleta de queso de cabra y crema de piquillo. Con él, muchos de los participantes descubrieron la personalidad de esta cerveza, en la que las maltas tostadas son protagonistas y que ha roto prejuicios demostrando que puede hacerse una sin alcohol con todo el sabor cervecero. «La cerveza tiene una capacidad de maridaje asombrosa», defendió Cerezo.

Ceviche de langostinos y Mahou Session IPA José Ramón Ladra

El primer entrante diseñado por Verdú fue maridado con Mahou Session IPA –inspirada en las India Pale Ale que viajaban desde Inglaterra hasta sus colonias, de alta fermentación y punto justo de amargor– que acompañó un ceviche caribeño de langostinos con 'mousse' de aguacate y crujiente de plátano macho. Una receta mejicana que parte de una base de 'ketchup', mostaza y jugo de lima, con siracha y 'lemon grass'. «Un ceviche, por el picante, por los cítricos que lleva, no va con ningún vino. La mejor opción es siempre una cerveza que no sea muy fuerte, como esta IPA. Arropa bien el picante y las especias», apuntó Maribona.

Tras el ceviche llegó un puerro asado acompañado de una vinagreta de mostaza a la antigua y mayonesa de trufa y miel cuyo trago perfecto fue Mahou 5 Estrellas . La más madrileña de todas las cervezas, una 'lager' –que tal y como explicó Cerezo significa que es de baja fermentación–, dorada y muy refrescante. Su secreto está en el equilibrio entre dulzor y amargor. «Esta cerveza tiene un recorrido que empieza dulce y concluye amargo. Esto invita, una y otra vez, a dar de nuevo un trago», reveló. Por su parte, el crítico gastronómico de ABC comentó ante los asistentes la dificultad de maridar algunos vegetales como el puerro, el espárrago o la, aún más compleja, alcachofa con vinos y la excelente opción que puede resultar armonizarlos con la cerveza adecuada.

Recorrido de cervezas Mahou, de izquierda a derecha, durante la cata celebrada en la sede de ABC José Ramón Ladra

Mediado este recorrido y con la llegada del primer plato principal las copas se llenaron de Mahou Barrica Original –la primera de las tres que elaboró de forma pionera la marca madrileña fundada en 1890– para acompañar un bacalao 'skrei' madurado 48 horas en miso blanco, tallarines de calamar, y una salsa dulce de coco y vainilla. «La intensidad sensorial se multiplica en las 'lager' envejecidas en barrica. Es una cerveza muy diferente, muy gastronómica. Con toques a madera, dulces, a vainilla a coco», explicó Julio Cerezo, mostrando a los asistentes cómo aprender a extraer los matices retronasales en una cerveza. Mismo juego de sabores para armonizar ambos mundos. «El bacalao es un pescado que necesita que lo envuelvas, y esta cerveza lo logra. Incluso le iría muy bien otras con más permanencia en barrica –Bourbon y '12 meses'–», matizó Maribona.

Pichón acompañado de Mahou Maestra Doble Lúpulo José Ramón Ladra

Entre los maridajes más apreciados de la cata estuvo el tándem que formaron Mahou Maestra Doble Lúpulo y el plato de pichón con maíz en texturas. «Es una cerveza que tiene muchos 'fans'. Destaca por su lado cereal, con 7,5 grados de alcohol con un mosto muy concentrado y mayor tueste de las maltas. El alcohol apenas se percibe, por su equilibrio. El segundo lúpulo, añadido al final de la cocción, le aporta matices florales, y las maltas tostadas los de bollería, de frutos secos tostados», expuso Cerezo. Su cuerpo, con cierta «pastosidad», acompaña perfectamente a carnes rojas. «Estas carnes de pichón, que tienen grasa, pueden ser acompañadas perfectamente por una cerveza de este tipo. Nos limpia en su paso por boca, cosa que la mayoría de los vinos no lograría», explicó Maribona.

Cerró la cata, con un postre inspirado en el clásico 'tiramisú', Mahou Maestra Dunkel . «Una cerveza oscura, muy sedosa y elegante. De sólo 6,1 grados, con un paso en boca fabuloso. Se puede tomar sola, pero acompaña perfectamente los postres», comentó el 'beer sommelier'. Por su parte, el chef Verdú quiso jugar con los aromas y los recuerdos a café de esta cerveza buscando un contrapunto lácteo en la crema de 'tiramisú' que sirvió en un vaso con una galleta bretona. Cada asistente puso el toque de cacao en polvo a su gusto. «Una cerveza negra va con postres muy fuertes, pero esta, al ser más ligera, cubre ese hueco con elaboraciones más suaves y cremosos», concluyó el crítico de ABC, rompiendo un mito asentado de que la cerveza negra solo se puede tomar con chocolate.

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