Reflexiones ante el fin de este año 2020 ¿Esperanza para 2021?

María Menéndez, presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid, lamenta que el gobierno, ministros, consejeros, alcaldes, concejales, directores de organismos públicos y funcionarios jueguen con las familias

S.F.

Los que formamos parte del equipo que gestiona la asociación de familias numerosas de Madrid, junta directiva y empleados, llegamos en 2013 y nada más aterrizar, desde el minuto cero, nos pusimos manos a la obra para promover, defender, impulsar, proteger y reivindicar a las familias numerosas. Las que tienen muchos hijos. Las que garantizan el futuro de la sociedad porque crían, mantienen, acompañan, educan y aportan muchos hijos para el bien de todos.

Nunca hemos ganado dinero por estar en la asociación. Todo lo hemos hecho de forma altruista y generosa, sin afán de lucro, como la asociación, que es «organización sin ánimo de lucro» y de «utilidad pública». Y nos hemos matado literalmente por las familias. Por todas las familias. Seguiremos haciéndolo.

Pero estas palabras no son para defendernos de nada o para colocarnos una medalla o engrandecer nuestro maltrecho prestigio. Tampoco es para legitimar lo que llevamos haciendo desde 2013, sumando nuestro trabajo en nuestros hogares como padres y sumando también nuestra labor profesional en nuestros trabajos . ¡Casi nada!

Estas palabras son para los que están al frente de funciones públicas de servicio. Vamos, para el gobierno, ministros, consejeros, alcaldes, concejales, directores de organismos públicos y funcionarios todos.

Desde vuestro sitio donde debíais estar al servicio de la sociedad, de los ciudadanos y de los que más aportan, como profesionales y como familias, que son la célula básica de la sociedad, aunque a muchos no os guste:

Hay muchas familias, muchas, muchas, con las que jugáis a mandar. Movéis ficha con ellas , jugáis con sus vidas, manejáis sus vidas, controláis sus vidas, dirigís sus vidas. Y, sobre todo, manipuláis sus vidas. Y así lo único que conseguís es destrozar sus vidas.

Chesterton decía que « los que atacan la familia no saben lo que hacen porque no saben lo que deshacen ». No sabéis lo que estáis destruyendo. No sabéis con lo que estáis jugando.

Familias, y en especial familias numerosas, que aportan solo con su ejemplo y testimonio lo que vosotros, con esos magníficos puestos, con esos amplios despachos, con esos enormes sueldos, con ese poder sobre la vida de las personas con vuestras órdenes, normas, leyes y restricciones, no vais a poder aportar nunca . ¡Nunca!

Llevamos desde 2013. Por supuesto, seguiremos. Aunque hoy, con esta carta, nos desahoguemos de la desazón de no conseguir convencer a los que gobiernan. No pasa nada.

Enseguida nos pondremos en marcha para seguir con más fuerza frente a la injusticia del trato a la familia , de su destrucción desde fuera y desde dentro mismo de la propia familia. Del combate para desnaturalizarla, de convertirla en otra cosa, de despegar a los hijos de los padres y a los padres de ellos mismos. De querer apropiarse de los logros de las familias y convertirlos en meros instrumentos del poder estatal.

Es una batalla, la de la familia, que no sabemos si conseguiremos ganar, pero que sabemos que tenemos que librar , porque sino estaríamos derrotados. Y nos habría ganado el miedo, no el enemigo. Y esa es la peor derrota.

Este año 2020 ha sido duro, especialmente para las familias, porque el virus o los que se justifican con el virus, han logrado romper o desatar los vínculos familiares . Matando literalmente la vida de muchos de los miembros de la familia y/o desuniendo los lazos familiares sin visitas, comidas, cenas, paseos, celebraciones…

Y estamos viendo, más que en otros momentos, no sabemos si porque ahora está todo más concentrado, cómo se desprecia y se tira por la borda, se ningunea el valor, el ejemplo y los logros de las familias.

Suele pasar que, en la trayectoria de la vida de las personas, de las familias, de los trabajos, de los servicios prestados, hay puntos de inflexión, momentos clave que hacen pensar para ver por dónde seguir y poder así mantener el rumbo o desviarlo, para no perder nunca de vista el norte.

Este momento es uno de ellos y lo queremos aprovechar para decir a todos los que están en puestos de servicio público que dejen de manosear a la familia, que la respeten, la consideren y la protejan. Que la cuiden. Que es el futuro de todos.

El legado de las familias es enorme y poderoso. Un tesoro precioso, un regalo, como el que llevamos en lo alto en la carroza de familias numerosas de la Cabalgata de Reyes de Madrid en las Navidades pasadas. Un regalo, podríamos decir, inmerecido. Porque los políticos, los servidores públicos y la sociedad en general, pisotean y desprecian este tesoro . ¡No podrán con ello! ¡Jamás!

Pero pueden destruir el ánimo de muchos y ser cómplices de familias rotas y de vidas rotas. Una de las razones por las que estamos en la asociación, para intentar frenar eso. Para defender siempre a la familia y premiar y ensalzar en lo alto a la familia numerosa. Los que se han comprometido con ellos mismos y con la sociedad para formar familias numerosas que son y serán el futuro, el germen de una nueva sociedad, que solo pretenden cumplir la misión de aportar beneficios, valores, capital humano, para que la sociedad, esa que decimos que está en decadencia, resurja y haga mejor y más bonita la vida para todos.

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