«Las madres tienen que dejar de juzgar sus propios cuerpos, el de sus hijas y quitar la dieta de la nevera»

Hablamos con Mery Viñas, psicóloga especializada en psicología de la alimentación y organizadora del primer congreso «Mujer Libre de Dietas»

Ana I. Martínez

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Mery Viñas , psicóloga y coach especializada en psicología de la alimentación, presenta el primer congreso « Mujer Libre de Dietas ». Un encuentro 100% digital que pretende empoderar a las mujeres con información clara sobre la cultura de la dieta, sus orígenes y consecuencias y las posibles alternativas para una vida libre de restricciones.

El evento, que se celebrará del 2 al 7 de noviembre, cuenta con la participación de 36 expertas en distintas áreas como la psicología, la educación, el coaching o la nutrición, para dar ejemplo a esas hijas, sobrinas, nietas y amigas que decidan quererse a sí mismas y aceptarse lejos de la tiranía de los cánones de belleza .

1. ¿Por qué es necesario este congreso?

Nació de la necesidad de desmantelar las trampas de la cultura de la dieta y sus efectos para conocer más a fondo la relación con la alimentación desde una perspectiva auténtica y real. Vivimos en una sociedad en la que las dietas nos han hecho desconectarnos de lo que nuestro cuerpo necesita, para seguir lo que nos indica una pauta dietética creada por una persona externa que no conoce lo que sentimos, lo que pensamos o cuál es nuestra relación con la comida. Además, nadie habla alto y claro de las consecuencias de pasar una vida a dieta, tanto a nivel físico como psicológico , y al organizar este congreso creía que era importante darle voz a todo ello de la mano de las más expertas psicólogas, nutricionistas y terapeutas de habla hispana.

2. Una de las cosas que se aprenden en el congreso es que las dietas no funcionan. Y, sin embargo, nos seguimos poniendo a dieta. ¿Por qué? ¿Se puede vivir siempre estando a dieta?

Si las dietas funcionaran, una sola bastaría . Pero seguimos enganchadas dieta tras dieta y eso es porque no funcionan y porque nos siguen prometiendo que funcionarán con la próxima dieta de moda que pruebes.

«Nadie habla alto y claro de las consecuencias de pasar una vida a dieta, tanto a nivel físico como psicológico»

Solo en EE.UU., la industria de las dietas mueve más de 70 billones de dólares anuales, así que hay un buen interés por hacerte creer que con la próxima, lo conseguirás. Además de estas evidencias de experiencias personales, hay estudios que ya indican que el 95% de las personas que han perdido peso a través de una dieta restrictiva, lo recuperan totalmente en los 5 siguientes años , y dos terceras partes de esas personas, incluso ganan más kilos. Es el llamado, efecto rebote. Y seguimos poniéndonos a dieta porque es casi una imposición social.

A la mujer se le exige que tenga un determinado cuerpo , ya sea para tener éxito o por aceptación social. Y el ser humano quiere ser aceptado, por lo que vamos persiguiendo un ideal que no nos pertenece, sin pararnos a pensar qué necesita mi cuerpo, qué constitución tiene o todas sus bondades. No nacemos odiando nuestros cuerpos, nos enseñan a odiarlo para cambiarlo por otro desde bien pequeñas.

3. Entonces, ¿qué opciones hay para perder peso? Me refiero a los casos en los que realmente, por salud, se necesite perder peso.

El concepto de salud también es necesario revisarlo. Estar delgado no significa estar saludable. Igual que estar gordo no significa carecer de salud y esto es algo que aún cuesta de entender. Y aunque existen algunas enfermedades que se presentan con mayor frecuencia en cuerpos grandes, no podemos decir que esa asociación sea una causalidad. Además, no se conoce ninguna enfermedad que sea única de cuerpos gordos.

«Si las dietas funcionaran, una sola bastaría. Pero seguimos enganchadas dieta tras dieta y eso es porque no funcionan y porque nos siguen prometiendo que funcionarán con la próxima dieta de moda que pruebes»

Tener hábitos de alimentación saludables (que no significa dieta o restricción), una vida activa y una salud mental óptima, es lo que influye para una mejora de la salud, pero no necesariamente una pérdida de peso. Ya lo dice la OMS en su definición: « la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social ». Si lo que queremos es mejorar la salud, no debemos olvidar el resto de campos.

4. En casos en los que realmente una mujer necesite adelgazar, va a acudir al endocrino y le va a poner a dieta. ¿Es correcto o es mejor buscar otras alternativas?

Creo que lo que hace falta es mayor educación. Cuando nos dicen de fuera lo que tenemos que comer, lo que tenemos prohibido, lo que tiene que pesar la comida que comemos… nos desconectamos de lo que realmente necesita nuestro cuerpo.

Mujeres con un gran historial de dietas, que quieren aprender a comer, se encuentran que no sienten la sensación de hambre y saciedad porque la cultura de la dieta ha anulado eso que teníamos innato desde niños.

Primero le preguntaría a esta mujer qué significa 'necesitar' adelgazar, porque como he explicado antes, hay muchas veces que el peso pasa a justificarlo todo, y no se ve más allá. Y si realmente por alguna necesidad médica justificada hubiera que perder peso, me centraría en los hábitos saludables más que en la pérdida de peso . Está demostrado, que las personas que siguen dietas restrictivas se obsesionan más con la comida y se someten a estados de estrés prolongados por no conseguir los objetivos de peso marcados. Así que una buena educación en hábitos saludables que incluya el aspecto físico, mental y social sería lo más completo.

5. ¿Cuál es la relación entre el cuerpo y la mente en este sentido?

El pensamiento es crucial para cambiar la realidad que queremos vivir. Si vas etiquetando con tu pensamiento constantemente los alimentos como buenos o malos sintiendo constantemente culpa, si diriges hacia a ti y tu cuerpo pensamientos de menosprecio e incluso odio, por mucho que cambies tu alimentación, poco va a mejorar la relación con ella. Por ello creo que siempre hay que empezar por cambiar las creencias que tenemos tan arraigadas y que tanto daño nos hacen.  

Hay que comenzar a cuestionar si eso que creo es válido en mi vida hoy día. ¿Es cierto que no debería comer chocolate? ¿Por qué? ¿De dónde viene esta creencia? E indagar. ¿Es cierto que tengo que acabarme todo lo que tengo en el plato? Cuando empiezas a cuestionar, ves de dónde vienen esas creencias, mayormente son heredadas de la familia o bien de la sociedad, que como hemos visto, vive inmersa en la cultura de la dieta. Y es que en realidad, el camino no es controlar ni vigilar lo que comemos, sino atender y ser conscientes de lo pensamos y sentimos. Solo de esta manera podremos estar en equilibrio y sanar nuestra relación con la comida.

6. Tras dar a luz, por ejemplo, el cuerpo de la mujer cambia mucho. Y se oyen comentarios tipo 'Ay que ver lo gorda que se ha quedado esa chica'. La menopausia también cambia mucho el cuerpo. Se critica que lleves minifalda cuando no tienes una 38. ¿Por qué? ¿Cómo influye todo esto en la mujer?

Vivimos en una sociedad patriarcal, con unos cánones de belleza muy marcados desde la infancia , donde el culto al cuerpo es muy importante y seguimos permitiendo que esto pase. Todo lo que sucede en nuestro cuerpo de posparto también se ha ocultado siempre, empujándonos a volver a tener lo más rápido posible el cuerpo de antes. Pero es que ese cuerpo, era de antes, no el de ahora. Y esto hay que explicarlo para poder entenderlo.

Al ocultarse esta realidad, se nos hace sentir culpables y con esa sensación de «siempre puedes arreglar algo en ti». Hay cremas para las primeras arrugas de expresión (cuando apenas tenemos 25 años), para la celulitis (algo totalmente normal en las mujeres), para «recuperarte» del posparto con zumos o fajas… Siempre hay un constante señalamiento hacia que las mujeres, siempre pueden estar mejor y si no, es porque no lo han intentado lo suficiente .

En lugar de explicarnos que el cuerpo cambia, que el cuerpo tiene una genética que no podemos cambiar por mucho que queramos, que existe el llamado «set point», que es el rango de peso bajo el cual tu cuerpo variará unos kilos arriba o abajo, pero es el que de constitución te pertenece. No te explican que en la menopausia tu cuerpo cambia, por lo que siempre hay una resistencia a esos cambios.

«Todo lo que sucede en nuestro cuerpo de posparto también se ha ocultado siempre, empujándonos a volver a tener lo más rápido posible el cuerpo de antes. Pero es que ese cuerpo, era de antes, no el de ahora. Y esto hay que explicarlo para poder entenderlo»

Lo peor, es que las consecuencias de todo esto no son solo físicas debido a las dietas, restricciones y atracones que hemos tenido a lo largo de la vida, sino que también afecta nuestra salud mental, creyendo que valemos según la forma de nuestro cuerpo o que solo conseguiremos la felicidad cuando lleguemos al objetivo de peso que nos hayamos marcado. También hay una relación entre el historial de dietas y baja autoestima, depresión, ansiedad, tristeza…

7. ¿Somos peores las mujeres criticando el cuerpo de los demás o los hombres?

Creo que tenemos que alejarnos del discurso de que las mujeres somos 'malas' porque nos criticamos entre nosotras. Habrá mujeres que lo hagan y otras no, igual que hombres. Pero sí es cierto que a la mujer se lo han puesto más difícil para no compararse. Constantemente se comparan a las famosas con cuerpos del antes y después, en las revistas, en los programas…

Y la crítica sobre los cuerpos de las mujeres es algo que se ha convertido en demasiado popular a la vez que perverso. Pero solo hay una manera de cambiar todo esto, que es dejando de criticar desde ya. Nadie merece ser juzgado por el aspecto de su cuerpo , porque en realidad no sabes nada de lo que está pasando esa persona por dentro y por qué tiene el aspecto corporal que tiene. Así que por favor, dejemos de juzgar nuestros cuerpos.

8. ¿Cómo influye la percepción que tenemos de nuestro cuerpo a la hora de relacionarnos? ¿Y sexualmente?

Influye totalmente en nuestra autoestima y por tanto también a ahora de relacionarnos con nuestras amistades, familias y a nivel íntimo. Influye a la hora de vestir e incluso a la hora de asistir a eventos. Hay mujeres, por ejemplo, que dejan de asistir a eventos porque saben que se saltarán la dieta o no se ponen bikini y se ponen bañador para tapar ciertas partes de su cuerpo (aunque en realidad querrían ir a ese evento y les gustaría más ponerse bikini, por ejemplo).

A nivel sexual, cuando esa persona con la que estás, está tocando alguna parte de tu cuerpo con la que no estás cómoda, dejas de estar presente y te vas a la mente, a un diálogo interno de autocastigo, de crítica, que nada tiene que ver con el placer del momento.

9. ¿Qué pueden hacer las madres para concienciar a sus hijas? Están muy influenciadas por lo que ven especialmente en redes sociales, productos milagrosos que una «influencer» usa y le va genial para perder peso, etc.

Lo primero de todo es que las madres entiendan que la industria de las dietas es eso, una industria que se lucra de la inseguridad corporal de la mujer . Y desde ahí, construir junto a sus hijas un relato de diversidad corporal, de normalización de todos los cuerpos y sobre todo, dejar de juzgar.

Que las madres empiecen a dejar de juzgar sus propios cuerpos y el de sus hijas o cualquier persona . Que no se pesen diariamente delante de sus hijas y que eliminen la pauta dietética de la nevera.

Si nuestro mayor referente como es una madre no se acepta, va a ser más difícil que una hija lo haga. Y no es 'culpa' de los padres lo que las hijas decidan hacer con sus cuerpos, pero sí es responsabilidad educar en un ambiente inclusivo, diverso, seguro y de normalización de cuerpos en todas sus formas.  

Por otro lado, hacer limpieza en redes sociales de todos esos cuerpos que solo se ajustan a los cánones de belleza. Si nuestros ojos solo ven cuerpos que se definen como perfectos es difícil que haya espacio para esta diversidad.

«Las madres tienen que entender que la industria de las dietas se lucra de la inseguridad corporal de la mujer. Y desde ahí, construir junto a sus hijas un relato de diversidad corporal, de normalización de todos los cuerpos y sobre todo, dejar de juzgar»

10. ¿Hace falta otro congreso que se titule 'Hombre libre de dietas'?

Los hombres, sin duda, también sufren la presión de cómo deben ser sus cuerpos, en menor medida que las mujeres, pero también lo sufren y va en aumento a medida que pasan los años. El pastel de la industria de la dieta también quiere crecer a través de aumentar su cuota de mercado con público masculino. El congreso «Mujer Libre de Dietas» es totalmente inclusivo y aunque en el título del mismo habla de 'mujer', todo lo que ofrece es conocimiento válido para todos.

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