Se pone en marcha el nuevo calendario escolar en Cantabria

Cantabria pretende acercarse a los modelos pedagógicos escolares que se llevan a cabo en centros de la Unión Europea. Se mantendrán los 175 días lectivos con los que cuenta un curso escolar, pero con pequeñas modificaciones intermedias. Así pues, las Navidades no sufrirán ningún cambio, ya que seguirán manteniendo las vacaciones entre los días 23 de diciembre y 8 de enero.

Por otro lado, del 13 al 23 de abril, coincidiendo con la Semana Santa, también será festivo. Las modificaciones se observan al inicio del mes de noviembre, donde se contará con la primera semana de vacaciones y a finales de febrero y principios de marzo, donde habrá otra semana más de descanso para los estudiantes.

¿Convence a los españoles el nuevo plan?

El calendario escolar cántabro no ha tenido una buena acogida entre los españoles mayores de 24 años.

«Sólo uno de cada cuatro es partidario de implantar un calendario similar al aprobado en Cantabria en su Comunidad Autónoma», según de observa en los datos recogidos por Ómnibus de Ipsos España.

Aunque no todas las respuestas a la encuesta de Ipsos han sido negativas, ya que cabe destacar que una buena parte de la población (20%) se mantiene indecisa ante la nueva iniciativa. El principal motivo de rechazo ha sido la conciliación de la vida familiar y laboral, un 53% de los detractores aseguran que el plan dificultará las reuniones familiares en períodos de vacaciones. Además, tan solo una de cada tres personas opina que esta medida afectaría de manera positiva al rendimiento escolar de los niños.

Los principales beneficiarios de este nuevo plan serían los profesores y alumnos, frente a los padres y resto de familiares, o aquellos que se hagan cargo de los niños durante los vacaciones escolares, quienes saldrían directamente perjudicados.

Los estudiantes de entre 15 y 24 años se muestran más positivos ante el nuevo calendario escolar, un 49% piensa que sería positiva una implantación en españa del modelo europeo. En cambio, entre los mayores de 25, más de la mitad sigue opinando en contra.