10 claves para gestionar el tiempo en verano

Durante los meses estivales se tiende a olvidar la rutina, los horarios, el orden... y todo esto que en apariencia es positivo, a la larga, se convierte en un obstáculo para disfrutar del verano porque en vez de invertir el tiempo en actividades que sean beneficiosas, las vacaciones acaban siendo la excusa perfecta para perder el tiempo.

Sin embargo, hay una serie de pautas que sirven como guía para aprovechar al máximo las vacaciones.

1. Desconectar. Esto implica olvidar por completo cuestiones y/o problemas laborales. El tiempo de vacaciones debe usarse, exclusivamente, para la parcela personal y familiar dejando de lado la rutina laboral.

2. Evitar las jornadas maratonianas. Aprovechar el tiempo no es sinónimo de en pocos días visitar lo máximo posible sino sinónimo de aprovechar para ver las cosas con calma y organización para no acabar más cansado de lo que ya se estaba al comenzar las vacaciones.

3. Planificar. Ya sea una excursión corta o un viaje, siempre hay que organizarlo previamente para así tener claras las jornadas y los lugares de visita.

4. Mantener una rutina. Esto significa establecer una serie de horarios, y cumplirlos porque pasar de un día a día completamente medido a unos días sin control alguno no es positivo.

5. Dedicar tiempo a familia y amigos. Descansar es importante, pero también lo es dedicárselo a aquellas personas que durante el año, debido a los horarios, no podemos.

6. Dedicarse tiempo a sí mismo. Tras las obligaciones laborales a lo largo del año, las vacaciones son el período perfecto para la autorrealización.

7. Utilizar las comidas como reunión social. Al tener tiempo, las comidas son el momento idonéo para la socialización y fortalecimiento de las relaciones familiares.

8. No abusar del sedentarismo. Descansar no debe convertirse en no hacer nada durante el día. Las siestas y las horas muertas en el sofá son algo lógico tras los meses de trabajo pero no conviene abusar de ellas, ni que se conviertan en la única actividad a realizar.

9. Retomar aficiones. Durante el año es imposible dedicarse a cualquier actividad «extra» debido a los horarios imposibles y responsabilidades. Por ello, las vacaciones son el momento para retomar o comenzar a hacer actividades que nos apasionen.

10. Marcarse metas y propósitos. Con la mente relajada es más fácil reflexionar y recuperar aspectos que habían quedado aparcados de nuestro día a día. Además, si se hace de la forma correcta, estas metas y propósitos se pueden mantener a lo largo del año con una organización y actitud adecuadas.