Coco Chanel
Coco Chanel - ARCHIVO/RITZ PARIS

Hotel Ritz de París, el templo de la elegancia europea

La pasada semana un fuego destruyó su última planta, retrasando así la esperada reapertura del emblemático establecimiento

MADRID Actualizado: Guardar
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El Ritz de París está considerado –quizás de modo exagerado– como el hotel más elegante de Europa. Si bien muchas de sus estancias y restaurantes tenían estos últimos años un aire caduco, es cierto que su historia lo sitúa en el centro del mundo de la moda y la joyería. Más allá de que fuese la residencia de Coco Chanel durante 30 años y de que en él se hayan alojado insignes escritores, artistas y miembros de la nobleza mundial, el Ritz ha servido para aglutinar entorno a sí una «corte» de establecimientos sofisticados de la industria de los artículos de lujo.

Construido en 1705 por el famoso arquitecto Jules Hardouin Mansart, fue inicialmente el palacio de una familia noble en la Place Vendôme, la plaza que surgió de la demolición de otro hotel.

Está presidida por una columna instalada en 1810 por Napoleón, una réplica de la columna de Trajano, que el genial corso había ideado para celebrar su victoria en Austerlizt.

En 1888 el astuto hotelero suizo César Ritz y el chef francés Auguste Escoffier fueron nombrados director y chef del Hotel Savoy de Londres, consiguiendo un enorme éxito e incluso fidelizando entre su clientela a la Familia Real británica. Pero entre envidias, peleas y la desaparición de decenas de vinos y licores, Ritz y Escoffier fueron despedidos. La clientela británica más distinguida se quejó entonces de la ausencia de un buen establecimiento donde alojarse en sus visitas a París; fue así como Ritz, se decidió abrir en la capital francesa en 1898.

El Ritz fue el primer hotel de Europa en incluir baños individuales en cada una de sus habitaciones: la intención era que la clientela del más alto nivel pudiera sentirse como en casa. La decoración, renovada en un par de ocasiones más tarde, se hizo a imagen y semejanza de las mejores casas londinenses y parisinas.

«La Chata»

En aquel momento, el único establecimiento de lujo en los alrededores era la cercana joyería Mellerio, abierta en 1815 en la rue de la Paix, responsable de algunas piezas clave de los joyeros de las familias reales europeas, como la diadema de «La Chata», que la Reina Letizia ha utilizado a menudo estos años, o la tiara de rubíes de la Casa Real holandesa. Poco a poco se acercaron casas como Boucheron, que abrió su tienda de Place Vendôme en 1893, sirviendo de reclamo para los maharajas indios y la realeza árabe. Desde la apertura del Ritz, las casas Chaumet, Cartier y Van Cleef & Arpels se instalaron también.

Inmediatamente, el Ritz se convirtió en el lugar de moda para la alta sociedad parisina y la clientela más selecta de todo el mundo. Eduardo VII, la Reina María de Rumanía, Ernest Hemingway y Marcel Proust fueron grandes clientes. El Sha de Persia pasó largas estancias. Se dice que no hay cabeza coronada que no haya reposado sobre sus almohadas. Actrices, cantantes, modistos y banqueros de fama mundial hicieron del Ritz su casa en París durante sus viajes a la capital del Sena, ya que además cada suite incluía teléfono –un invento entonces muy novedoso–, electricidad, luz natural y un impecable servicio de habitaciones.

Coco Chanel estableció su apartamento personal en una suite, decorándola a su gusto con antigüedades y sus famosos biombos de Coromandel. Le resultaba cómodo, ya que el Ritz se encuentra a dos manzanas de su tienda y taller de la rue Cambon.

Desfile de firmas

Desde entonces, los grandes divos de la moda y el cine han hecho del Ritz su indiscutible lugar de reunión. Editoras de moda de todo el mundo, cantantes y escritores conciertan sus entrevistas en sus salones. Al abrigo de la tienda de Chanel y de las insignes joyerías, otras marcas de primer orden han abierto establecimientos vecinos. Tal ha sido el caso de Balenciaga, Chloé, Armani y de las joyerías de Louis Vuitton o Dior.

Las casas de moda, reservan habitaciones para sus invitados más célebres en el Ritz. MiuMiu, del grupo Prada, que desfila en París, organiza cada temporada un viaje a París para sus mejores clientes de todo el mundo que incluye estancia en el Ritz, servicios de cosmética en el cercano salón Carita, reservas en los mejores restaurantes y una serie de recorridos de compras vintage, librerías y museos curiosos.

Protagonista de novelas y películas, el Ritz –actualmente propiedad de la familia Al-Fayed– también es célebre por ser el último alojamiento de la Princesa Diana de Gales antes de su muerte, en agosto de 1997. El hotel no podrá reabrir sus puertas este mes de marzo, tal y como estaba previsto. Pero el mundo de la moda y la joyería esperarán pacientes que se vuelvan a abrir sus puertas.

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