Madonna sortea las normas Covid-19 y viaja a cinco países diferentes en tres semanas
La «ambición rubia», su novio y cinco de sus seis hijos disfrutaron de un periplo que les llevó de Los Ángeles a Kenia con varias escalas. En total, 19.000 kilómetros de recorrido
«Esta es la definición del privilegio: sabiendo que hay una pandemia, pero sin seguir las recomendaciones que tú misma pides». Esta es una de las críticas vertida contra Madonna (62 años) en su cuenta de Instagram, en la que desde hace días está publicando imágenes y vídeos de su fabuloso viaje de tres semanas por cinco países diferentes (casi 19.000 kilómetros) a bordo de su jet privado y con la compañía de su jovencísimo novio, Ahlamalik Williams (26), y cinco de sus seis hijos.
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Para la «Reina del Pop» no hay reglas Covid-19 que se le pongan por delante y tras meses de reflexiones virtuales sobre la pandemia (el sermón que ofreció a los internautas desde una bañera de agua lechosa con pétalos flotando y rodeada de velas fue para no olvidar), ella ha decidido saltarse las reglas y realizar un periplo por África, según han denunciado tabloides británicos como «The Sun» o el «Daily Mail».
Madonna despegó el pasado 24 de diciembre del aeropuerto de Los Ángeles con destino a Londres (8.750 kilómetros) . Además de Ahlamalik Williams, viajaron sus cuatro hijos adoptivos: David Banda (15), Mercy James (14) y las gemelas Esther y Stella (8) . En Londres recogieron a Rocco (20), el único hijo de su matrimonio con el director de cine británico Guy Ritchie y que tantos quebraderos de cabeza dio a su madre cuando, todavía siendo menor de edad, huyó de la casa familiar en Nueva York para instalarse con su padre en el Reino Unido. Con prácticamente toda la comitiva familiar reunida ( solo faltó Lola León , de 24 años, la primogénita e hija también biológica), la «ambición rubia» puso rumbo a África.
El 28 de diciembre volaron de Londres a Egipto (3.772 kilómetros) para, posteriormente, dirigirse a Malawi (4.469 kilómetros). En el país donde nacieron sus cuatro hijos adoptivos y uno de los más pobres del continente africano, la cantante se reunió con el presidente Lazarus Chakwera y visitó un hospital que ella misma fundó, así como el orfanato Jacaranda, cerca de Blantyre.
El 6 de enero, la troupe de los Ciccone salieron con rumbo a Kenia (1.850 kilómetros) para disfrutar de un safari. Desde allí, la artista ha compartido en sus redes sociales varios vídeos junto a la tribu de los Pokot , al oeste del país. Se cree, además, que los pasos de la familia en su periplo vacacional han sido convenientemente retratados por el fotógrafo Ricardo Gomes.
Con una fortuna estimada en más de 700 millones de euros, Madonna y campañía no han hecho uso de las líneas comerciales para sus traslados y se han realizado numerosos test de coronavirus. Sin embargo, la prensa británica no ha dejado de recordar que la artista neoyorquina se ha saltado (y nadie se lo ha impedido) todas las normas para prevención de la pandemia tanto en el Reino Unido como en los diferentes países por los que ha viajado.
Según las normas en el Reino Unido, los viajeros que lleguen al país deben presentar una prueba negativa de Covid-19 tomada con 72 horas de antelación. Cuando Madonna aterrizó en Londres, aún no había entrado en vigor esta norma, pero sí la del aislamiento de 10 días para los viajeros llegados de Estados Unidos. De cualquier manera, desde diciembre hay una excepción que se aplica a los «viajeros de negocios de alto valor», a los que se les concede «criterios específicos».
En Egipto, en las llegadas tanto de vuelos nacionales como internacionales, incluso los que aterrizan para conectar con otros vuelos, también tiene que presentarse un test negativo realizado 72 horas antes. En Malawi, si se carece del test negativo, es obligado un confinamiento de 14 días, mientras que en Kenia la prueba Covid-19 debe ser realizado no menos de 96 horas antes de la salida.
